jueves, 30 de octubre de 2008

Mi Universidad

Esta mañana, ETA ha atentado de manera vil y cobarde en la Universidad de Navarra. Un coche bomba, aparcado en el parking de la fachada este del edificio central, ha explotado poco antes de las 11:00 h. convirtiendo el lugar en un caos de humo, fuego, hierros y cristales rotos. A escasos cien metros de la explosión , la biblioteca, los comedores universitarios, la Facultad de Comunicación y dos colegios mayores. Miles de estudiantes, profesores y personal de la universidad en sus tareas diarias. Gracias a Dios no tenemos que lamentar víctimas mortales, tan sólo 17 heridos leves por la potencia de la deflagración y cuantiosos daños materiales. Me sigue pareciendo increíble siendo la zona de la explosión una de las más transitadas a esas horas, el camino que conecta los colegios mayores con el edificio central y los comedores.


El edificio central, blanco nuevamente de los terroristas de ETA.


En esa Universidad descubrí hace no tantos años, mi pasión por el periodismo. En esa Universidad conocí a profesores y compañeros que no hicieron sino aumentar mi respeto y admiración por ese profesional que se llama periodista. En esa Universidad abrí los ojos a una realidad que desconocía por idealizada y de la que hoy, afortunadamente, vivo. Y esa Universidad me dio el mayor regalo posible de todos: la posibilidad de conocer a mi mujer. Cuatro de los mejores años de mi vida. Por eso esta mañana, al ver las imágenes del edificio central en llamas, ése en el que empecé mis clases en el aula 34, el mismo edificio en el que pasé interminables horas en "Faustino", la cafetería con la mejor tortilla de patatas del mundo, donde hice mis primeras prácticas de Radio en los estudios de la Torre, y donde pasé años trabajando en sus sótanos con mi querido Antonio Pérez, gallego de pro, charlando, riendo y forjando una amistad que no necesita de proximidad para ser más fuerte cada año, esta mañana me ha dolido como si estuviese allí. La misma impotencia, la misma rabia...

Desde encajabaja condenamos el atentado y queremos mandar un abrazo fuerte y toda nuestra solidaridad a los estudiantes, profesores y profesionales que componen la Universidad de Navarra. Con muchos de ellos nos unen fuertes lazos de amistad y respeto. Muchos de sus antiguos alumnos son compañeros nuestros en el periódico. Que ETA atente en una universidad (en la de Navarra ya ha ocurrido en seis ocasiones) demuestra que tipo de sociedad persigue. Una en la que las ideas, el respeto, el conocimiento, la libertad y la democracia no tienen cabida. En la que discrepar se paga con una bomba.


No podréis con nosotros.
Somos más.
Somos mejores.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Rediseño de Gigantes



Allá por noviembre de 1985 salió a la calle el primer número de la revista de Gigantes. 1.200 números después y, convertida en la decana del baloncesto español, estrena editorial (América Ibérica) y nuevo diseño.

De la mano de Ignacio Docampo y su equipo, la editorial ha llevado a cabo un profundo rediseño de la única revista de baloncesto que ha salido a la calle, llueva, nieve o truene, todos los martes de cada semana durante más de 20 años. Ha cambiado de manos en muchas ocasiones (Hobypress, El Mundo...), pero nunca ha faltado a su cita, ya sea con las 52 páginas iniciales o las casi 100 páginas que tienen actualmente. Más, incluso, si como en esta ocasión y coincidiendo con el rediseño, llevan un especial de la NBA.
Como revista más veterana del ramo, ha dejado atrás a otras competidoras como Basket 16, Nuevo Basket o SúperBasket, siempre de la mano de Paco Torres, director durante todos estos números.

Más colores, fotos más grandes y nuevos formatos son sólo algunos de los nuevos elementos que podemos contemplar en este revista. Próximamente Ignacio Docampo, responsable del rediseño, contará en este blog cómo ha sido este proceso.

lunes, 27 de octubre de 2008

Diseñario (XXXIV)

Cuando se compuso "I don't like mondays" estamos seguros de que ni se le pasó por la cabeza a este británico tan solidario que los lunes tendrían, al menos, un motivo para existir e incluso para ser esperados con impaciencia como sucede desde hace treinta y cuatro semanas: las entregas de este Diseñario colectivo, irreverente y abierto, que nos ofrecen el comité de expertos de encajabaja.





Píxel. Bellísima palabra que define un punto de luz. Sustantivo de escritura y pronunciación luminosa. Medida relativa que nos informa de cúanto ocupan y de la calidad de las imágenes, de todas las imágenes digitales: fotografías, vídeos, gráficos e incluso las pantallas de los ordenadores.
Además de bella es una palabra muy joven, nació hacia el año 1963 aunque no existe partida de nacimiento y por tanto distintos padres la reclaman como hija, y es un acrónimo (unión de dos siglas o de partes de palabras) formado a partir de los términos ingleses Picture Element. Es decir, elemento de la imagen. Porque ya decíamos que son puntos de luz, en realidad son como los átomos, las unidades mínimas en las que se descompone una imagen digital. Alguno estará pensando que la palabra píxel tiene una "x" que no sale ni de "picture", ni de "element". Sucede porque en inglés existe una manera coloquial de decir y escribir "picture", acuñado en 1932 por la revista cinematográfica Variety Magazine para referirse a las películas y que es "pix", algo así como el "peli" de aquí. De ahí el pix-el.
La cantidad de píxeles que forman una imagen determina su calidad. Porque cuantos más tengan y por consiguiente más pequeños sean, menos podremos apreciarlos a simple vista o incluso no llegar a apreciarlos (que es lo ideal), dando así lugar a una ilusión óptica de tonos y transiciones continuas de color, así como a contornos definidos o bien degradados. Y es que las imágenes digitales se dedican a eso, a engañarnos, a hacernos creer que se representa la realidad tal como es utilizando un conjunto de puntos que en la realidad no existen, una enorme rejilla de celdas de píxeles. A igual tamaño de una imagen, si tenemos menos píxeles, más grande será cada uno de ellos, llegando incluso a darse el caso de que podamos verlos, con el consiguiente descenso de calidad en los detalles que muchos habréis notado y sufrido cuando necesitamos una foto que se pueda publicar.
En esta rejilla de píxeles que juntos forman la imagen, cada uno de ellos se puede codificar con mayor o menor información (la denominada profundidad de color). Puede utilizarse un byte (8 bits) para cada píxel, de manera que cada punto de luz tendrá 256 variaciones de tonalidad, en escala de grises o de colores (256 es igual a 2 elevado a 8, o sea dos valores posibles tomados de 8 en 8, nunca viene mal un repasillo a las variaciones y permutaciones); o se pueden dedicar 3 bytes (como sucede en las imágenes del sistema RGB, un byte para cada uno de sus tres colores: rojo, verde y azul) con lo cual el número de colores posibles es... a ver quién levanta la mano... 16.777.216, los famosos 16 millones de colores, que en realidad son 777.216 más, y que se obtienen al multiplicar 2 elevado a 8 por 2 elevado a 8 por 2 elevado a 8 (los tres bytes).
Finalmente, mencionaremos que existen los denominados píxeles muertos. Píxeles sin luz, estrellas que no llegaron a brillar en el firmamento de las pantallas de ordenador y que se quedan como diminutos puntos siempre apagados. Se trata de defectos en la construcción de las pantallas que la legislación permite a los fabricantes, siempre que suceda dentro de un límite.

Prensa. Máquina para aplastar. Mecanismo que mediante presión obtiene lo que merece la pena (incluso libertad destilada en ocasiones), así como lo que sobra (basura en otras) allí donde se aplica.


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.

viernes, 24 de octubre de 2008

Rompiendo las reglas

Tal y como vimos en el tercer mandamiento de nuestro amigo Miguel Buckenmeyer, la repetición de elementos es una de las reglas básicas para conseguir una identidad propia. En el caso del suplemento Mercados de El Mundo, tiene, entre otras, dos señas de identidad características: las llamada de portada en la primera página y el friso superior en la sección A Fondo.

Llamadas de portada

Friso


Pero hay ocasiones en los que la superioridad te pide que "hagas algo diferente", "distinto", precisamente para romper ese código e indicar que ese número no es un número normal. Pero hay distinta formas de hacerlo. Una es adaptando lo que tenemos a una nueva forma, pero cumpliendo la misma función. Como pasar de este friso superior...


... a este otro lateral, que se empleó en un número especial en el que se analizaba la situación del sector aéreo. Misma función, distinta ubicación y forma.

Y otra es rompiendo del todo los esquemas establecidos, los códigos, que identifican la publicación. Como por ejemplo, pasando de portadas de este tipo...

... a una portada como esta otra. Eliminamos el friso, el índice y todo lo que hacía reconocible, a simple vista, la portada de Mercados, pero había que hacer algo "distinto". Tanto que convertimos a Gordon Brown en el nuevo Adam Smith.

Pero ahí siempre surge la duda. ¿Podemos romper las reglas?, ¿debemos romperlas?, ¿nuestros lectores seguirán viendo la publicación como antes?. El caso es que, en ocasiones, para poder cumplir las reglas antes hay que romperlas.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Obama

No podíamos permanecer en un timorato silencio, en un no querer mojarnos en el epicentro de un diluvio mundial, mucho menos después de que todos los medios de comunicación más importantes de los Estados Unidos, de izquierdas y ¡de derechas!, e incluso del resto del mundo, hubieran anunciado su apoyo al candidato Barack Obama para las próximas elecciones presidenciales norteamericanas del día 4 de noviembre. Era un clamor ante el que nos sentíamos abrumados: ¿por cuál de los dos candidatos se decantará encajabaja? Y, claro, no hemos podido permanecer callados por más tiempo. Y no sólo eso: es que además hemos desplazado hasta Nueva York como enviado especial de encajabaja a nuestro amigo Juan Fornieles, periodista de raza del que ya os hemos hablado antes, para que aportara a este nuestro y vuestro blog material de la campaña electoral del candidato al que hemos decidido apoyar:


Nuestro blog hermano al otro lado del Atlántico, el Visualmente del inigualable Baruch, ha estado ya analizando diversos aspectos de la campaña del que posiblemente sea el mejor político de los que se pasean actualmente por este planeta (¡qué sana envidia de debates!, comparado con la encorsetada pantomima que vivimos aquí, por no hablar de la altura política, la brillantez y la capacidad de comunicar de este "amigo americano"). Nos ha informado especialmente de la estupenda relación que mantienen Obama y la tipografía Cooper Black que tanto idolatra nuestro colega bonaerense, como también nos puso en alerta sobre el trabajo de Tim O'Brien para Rolling Stone o la portada de Newsweek eligiendo el blanco y negro para el senador afroamericano para hacerlo parecer menos negro... aunque a nosotros nos gusta tal y como es. Negro.

No ha sido el único de los blogs sobre diseño de la prensa que ha llevado a Obama hasta sus píxeles. El estupendo QuintaTinta de Diego Areso nos mostró las portadas de los periódicos norteamericanos cuando este elegido de los dioses resultó nominado, titulándolo Un momento para la historia. Y a los imprescindibles CuatroTipos tampoco les pasó por alto en varios de sus artículos, incluido uno sobre la tipografía corporativa de la campaña electoral: la elegante Gotham, letra norteamericana de palo seco.


No se utiliza el "irresistible poder de la Gotham" en este caso, sino diseños cutres y letras deformadas de colores espeluznantes, porque a nuestro enviado especial le costó bastante trabajo encontrar las chapitas. Según nos informa Fornieles, "la campaña electoral apenas se nota en las calles... y resulta imposible encontrar en el centro de Nueva York algún lugar donde vendan productos oficiales de Obama, o de McCain. Ni siquiera pudimos encontrar una delegación de alguno de los partidos políticos en Manhattan, o uno de esos chiringuitos electorales que vemos en la televisión". Y es que, ciertamente, la campaña se desarrolla por completo en los medios de comunicación: televisión principalmente, también periódicos e internet. NO hay carteles pegados en las calles (¡envidia de nuevo!). Lo de "chapitas" es también un decir, porque lo del tamaño tiene tela, la que hace falta para poder colgarte una de ellas. A mí, que no soy especialmente fornido, me falta pecho y es cierto que los norteamericanos son grandes, o al menos tienen fama de ello, pero tanto... En fin.

De vez en cuando es bonito, o alentador, o bonito y alentador, encontrar algo o alguien en quien poder poner nuestras esperanzas. Por eso apoyamos a Obama. Decir que Obama puede salvar el mundo puede parecer excesivo. Y lo es. Pero de lo que no cabe duda es de que si no es él quien puede hacerlo, entonces ¿quién puede? ¿Nadie? ¿Nadie puede hacer nada para que este asqueroso mundo sea un poco mejor? Tal vez no se trate de lo que pueda hacer Obama en persona, sino lo que nosotros podamos hacer, de que recuperemos la confianza (que es lo que hace falta en la crisis económica, por ejemplo), la confianza en valores que se dejaron de lado y que él quiere devolver a su país y, por extensión, al mundo entero. Cambiar.

Barack Obama ha llegado a decir en uno de los mítines cuando se enfrentaba a Hillary Clinton en las primarias demócratas que "soy el que estabais esperando". Ahora llegamos nosotros para darle nuestro apoyo, seguramente el que estaba esperando el propio Obama como espaldarazo definitivo en su campaña para llegar a presidir el mundo, queremos decir los EEUU. Si una vez en la Casa Blanca no puede hacer nada, entonces: yes we can.

lunes, 20 de octubre de 2008

Diseñario (XXXIII)

Siguen en la brecha, enfrascados incluso en arduos problemas matemáticos, todos y cada uno de los miembros de nuestro comité de expertos de encajabaja. De nuevo aparecen por aquí un lunes más con otra entrega (¡y van 33!, sí la edad de Cristo, ya) de su infinito Diseñario. Esa obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación (¡venga, ánimo!) sobre el diseño de las noticias, la prensa, las artes gráficos, o lo divino y lo inhumano, entre otras facetas.





Pi. Decimosexta letra del alfabeto griego. Conocida sobre todo por su uso matemático. Representa al número 3,1415965... Es el cociente entre la longitud de la circunferencia (periferia, en griego "περιφέρεια") y la longitud de su diámetro. Además de las matemáticas, también usan el símbolo π la pedagogía, la economía, la física, química y muchas otras ciencias. Hay una película de Darren Aronofky titulada "Pi: fe en el caos" e incluso en la película de Hitchcock, 'Cortina rasgada', Liv Ullman dibuja el símbolo de su organización secreta (π) en el suelo para ayudar a Paul Newman. Bandas de música, temas, cuadros, fotos, esculturas... en todos ellos se puede encontrar la letra Pi como parte de su título o nombre para rodearlos del misterio de este símbolo matemático.
Diálogo ficticio de cómo se decidió utilizar el símbolo pi en el diseño:
-Oye, ¿cómo llamamos a la familia de letras que corresponden a un símbolo cada una?
-¿Cómo?
-¿Que cómo llamamos a la familia en que cada letra corresponde a un símbolo? Sí, hombre, cuando pones una M y te sale un bolo (punto negro) o pones la V y sale un triangulillo blanco.
-!Ah¡ ¿Qué es de símbolos? Pues ponle PI. Familia PI.
Nuestros expertos aseguran a un 3,1416% que, ante los bastos conocimientos matemáticos que poseen las empresas que comercializan las fuentes, así se inició el uso de esta letra en todas las familias que llevan símbolos tales como bolos, triángulos, cuadratines, señales, casitas, cenefas, etc.
Las familias Pi de última generación más conocidas son: la Pi Standart, PI Newspaper y también, la Wedding, la Zapf Dingbats y todas las que lleven la palabra Ornaments.

Pica. La pica es chica, como el cícero es chico. Ambos son la misma cosa, unidades de medida en las artes gráficas. El cícero, además de masculino, se utiliza en Europa continental; la pica, femenina ella, está en los tipómetros americanos e ingleses. La pica tradicional medía 4,2177 milímetros, y la pica postscript que se ha normalizado en ordenadores y en la industria de la impresión mide 4,233 milímetros (1/72 pulgadas). Para todo lo demás, véase el cícero (4,51 mm.). La pica es igual pero... más chica.

Pie. Ese pequeño texto, generalmente en negrita y de cuerpo menor, en el que podmos leer: "Un coche", justo debajo de la fotografía de un coche. Bueno, en realidad deberíamos leer algo más. Así como en otras ocasiones lo suyo sería leer algo menos, porque un pie de foto no es algo en lo que podamos meter un zapato así como tampoco es un pequeño tratado metafísico; ni un poemita con imagen incorporada; algún dato que nos faltaba escribir en el texto principal de la noticia y que tiene algo que ver, más o menos, con la foto que debería explicar; ni palabras que manipulen la imagen para que los lectores vean lo que nosotros queremos que vean en vez de lo que allí se representa; o la típica simpleza de perogrullo que nos dice "dos hombres en una calle" sin especificar quiénes son, de qué calle se trata, o cuándo se tomó la fotografía... datos que SÍ forman parte de lo que en prensa se llama pie de foto, nombre completo de esta voz por cierto.


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.

viernes, 17 de octubre de 2008

La retícula: usos y prácticas

Cuando se empieza en este mundillo del diseño, una de las primeras cosas que nos enseñan a respetar (en la teoría) es el orden que nace de la retícula, ese gran organizador sobre el que gira el diseño y que ha influido en la historia del mismo más de lo que nos imaginamos. Y precisamente de su uso, o no, de su rigidez, o no, de su flexibilidad o no, trata este libro: "Diseñar con y sin retícula" de Timothy Samara y editado por la prestigiosa editorial Gustavo Gili.

El libro está dividido en dos partes y una introducción. En esta última es donde el libro nos aclara el origen, sorprendenrte cuanto menos, de la retícula. Empleada inicialmente por William Morris, un joven estudiante, como un movimiento "revolucionario" en la arquitectura, es trasladada a la prensa por Mackmurdo y de ahí evoluciona a través de distintas fases y autores, como Lloyd Wright o Berhrens, hasta lo que conocemos hoy, amada y odiada a partes iguales. Y en esta historia también aparecen nombres tan insignes como Bauhaus o Tschichold, del que ya os hablamos aquí. Grandes nombres hasta que en las décadas de los 60-70 la escuala americana la abraza y se convierte en el dogma y estándar del diseño gráfico.


Pero si por algo se caracteriza este libro es por su parte práctica. ¿Cómo es una retícula?, ¿Cómo puedo usarla?, ¿qué modelos hay?, ¿es flexible?, ¿puedo trabajar sin ella? A todas estas preguntas, y más, intenta responder el libro.



En la primera parte se nos muestran ejemplos de retículas y sus usos y formas más comunes con una selección de proyectos para clarificarlo. En la segunda parte, todo lo contrario, ejemplos de diseños no reticulares, desconstrucciones de la misma y métodos alternativos para los amantes del "caos"y la composición alternativa. Un buen manual para todos aquellos que quieren acercarse a la retícula, esa gran desconocida.