lunes, 22 de febrero de 2010

Diseñario 2.0 (XXI)

Difícil tarea tiene por delante nuestra recién inaugurada sección encajabajatv, dedicada a publicar vídeos de producción propia sobre nuestro quehacer, porque no disponemos de cámaras ocultas ni equipos de investigación lo suficientemente avanzados para materializar el proyecto soñado e imposible, quimérico, de poder entrevistar y hacer un pequeño documental sobre cómo trabajan los misteriosos miembros del comité de expertos de encajabaja encargados de la redacción de este Diseñario, suyo y vuestro, colectivo, irreverente y abierto a vuestra entusiasta participación a cerca del diseño periodístico y la prensa en general.





Enfrentadas. Coja un periódico (o revista). Ábralo. Mire a la izquierda. Una página, par. Mire a la derecha. Una página, impar. Mire las dos a la vez. Par e impar. Esto es enfrentadas, término que hace referencia a cuando dos páginas se muestran una frente a otra. Y los periódicos y revistas están llenos de ellas, de páginas enfrentadas, queremos decir. Un enfrentamiento cada dos páginas, para ser exactos. Incluso la portada tiene su página enfrentada, la contra-portada.
La suma de todas las páginas enfrentadas da como resultado el ritmo de lectura del periódico. No es lo mismo enfrentar dos páginas con un diseño idéntico a dos páginas con una maquetación distinta. Esta variedad en el diseño es lo que hace aumentar o disminuir el ritmo de la publicación. Por eso es muy importante saber, a la hora de diseñar una página cuál lleva enfrentada para ver cómo está hecha. En ocasiones se busca la similitud, incluso el mimetismo, pero, por lo general, se evita esa clonación, para que, al verlas enfrentadas, te indiquen, a primera vista, que estamos ante noticias distintas.
De ahí que en los departamentos de diseño no tengamos miedo a los enfrentamientos, por lo menos los de este tipo.

Engatillado. Dice el diccionario de la RAE que engatillado es el animal que tiene el pescuezo grueso y levantado por detrás... pero esta voz no trata sobre Fórmula 1 ni sobre nuestro flamante campeón asturiano piloto de Ferrari. En diseño se habla de engatillar elementos cuando van seguidos... a punto y seguido. Así de simple. Igual que en la construcción, se engatillan las piezas de metal unas con otras, enganchándolas y luego aplastando la unión para que queden prendidas, en diseño, muchas veces, los elementos se juntan en una sola línea y a eso se le conoce como engatillar. Para hablar de engatillados debemos contemplar dos elementos con jerarquías informativas distintas, claro está. Lo contrario no es engatillar, sino una línea de texto monda y lironda a punto y seguido. Pero cuando necestitamos destacar algún epígrade, incluir algún elemento que sirva para despiezar u organizar nuestro texto, aparecen los engatillados. ¿Cuándo engatillamos los elementos? El matiz es ciertamente sutil... Podemos decir sin miedo a equivocarnos, que el epígrafe engatillado posee menor jerarquía que el que va a punto y aparte. De hecho, los epígrafes dentro de epígrafes —¿ya os habéis perdido?— siempre son engatillados, mientras que el título principal luce sólo en su propia línea. Pero en el uso diario, no es menos cierto que los elementos se engatillan principalmente, por una cuestión de espacio. Ojo al matiz, que es importante... hablamos de espacio, no de estética... Engatillar supone que ganamos una línea al texto, ya que después del epígrafe no concedemos un punto y aparte. Y esto que parece trivial no lo es y mucho menos ahora, que el papel está caro y la paginación se reparte entre las secciones con cartilla de racionamiento. Si nos vemos en la necesidad de desmenuzar todo un texto y para ello vamos a utilizar un desguace seis, siete, diez veces, lo normal es que vaya engatillado. Y no precisamente, por restarle importancia. Al hacerlo así, los blancos que resultan entre párrafos no son excesivos y se consigue que el texto no se trocee en demasía. Al engatillar los pequeños títulos, ganamos legibilidad, se le concede cierta estabilidad a la página, pero lo más importante es que le hemos ganado al texto diez o doce líneas de más y eso, amigos míos, no tiene precio hoy en día.
Esto sucede siempre dentro del grueso de un texto, pero ¿y si usamos el engatillado para diferenciar dos tipos de elementos informativos distintos? En ese caso, el engatille no es sólo por razones de espacio, sino también informativas, jerárquicas... Engatillar los elementos ayuda a diferenciarlos morfológicamente unos de otros y eso siempre ha de ser motivo de diferenciación informativa. El caso más claro es el del pie de foto engatillado. Se titula la foto y a punto y seguido se desarrolla un pequeño texto, ni tan breve como un simple pie de foto ni tan amplio como un apoyo, en el que se comenta la información relacionada con la imagen. ¿Por qué engatillado y no titulado, a punto y aparte, sin más? Porque al engatillarlo relacionamos el texto del pie con las informaciones que lo acompañan. Y al titularlo, dar punto y aparte y comenzar una línea más abajo, concedemos al lector que el pie de foto tiene una independecia informativa del resto de elementos que lo preceden en la página. Por eso, los maquetadores siempre repetimos, concienzudos, ante la presencia de una imagen con texto en la página: "¿Titulado o engatillado?" Y nos asombra que todavía hoy, muchos redactores contesten "¿qué mas da?" Pues mira, da. Da bastante. Da tanto que me ofende volver a explicarlo... Aunque eso en la redacción de EL MUNDO pasa menos que en otros lados, porque, por las deformaciones profesionales que tienen estos menesteres, al pie engatillado muchos lo conocemos como "pie ciclis". Pensaréis que nos hemos vuelto tontos. La explicación la tiene uno de los primeros catálogos con páginas de uno de los primeros diseños del periódico. En él, Laurent Fignon, el gran ciclista francés (imagináos la de tiempo que hace de esto...) ascendía, coleta rubia y gafitas en ristre, con cara de sufrimiento en blanco y negro... Y la gente se quedó con lo del ciclista... Y hasta hoy...


Entrevista. Uno de los géneros clásicos del periodismo, con un futuro, además, muy prometedor. No hay nuevo medio de comunicación analógico o digital, electrónico o protónico que no las incluya también. En este caso nadie parece haberse planteado el manido argumento modernoide de que "esto es una cosa antigua, ya superada, que nosotros nos vamos a encargar de eliminar", como sucede cada vez que alguien con poder y aires de avanzado mal entendidos, ambos, el poder y lo avanzado, decide dejar su impronta y a falta de crear algo, que es lo verdaderamente difícil y lo que en realidad deja impronta, pues se limitar a "superar cosas antiguas".
Creemos que no hace falta decir que una entrevista es, esencialmente, una serie de preguntas que un periodista formula a una persona. Con interés periodístico o incluso sin él. Tampoco hay que recordar aquí los más que repetidos consejos sobre la importancia del entrevistado y no del entrevistador y demás; o que nunca debe venderse como entrevista, con sus preguntas y respuestas, aquello que no lo es, como una rueda de prensa, o un refrito de declaraciones tomadas de allá y aquí, y que nunca fueron contestadas a preguntas nuestras... Como todo esto damos por hecho que se da por hecho, y por sabido, nos limitaremos a señalar que desde el punto de vista del diseño periodístico, la entrevista suele llevar destacado en tipografía distinta y/o en color, el nombre y la identificación del personaje entrevistado. El título suele ser la declaración más interesante de ese texto, que está estructurado como un diálogo en el que cada párrafo comienza con la palabra "pregunta" (cuando se refiere a una pregunta, parece obvio, ¿no?) y "respuesta" (siguiendo el mismo principio aplicado a la respuesta), o bien por el nombre del medio y el nombre de quien responde, todo esto en iniciales después de la primera vez para no ponernos pesados.
Una caricatura, o dibujo "psicológico", o una buena fotografía que indague en la personalidad del entrevistado, siguen siendo las mejores opciones para ilustrar una entrevista... hasta que llegue el innovador de turno, sí, el del comienzo de esta voz, para "apostar por alguna idea nueva", o por alguna contraidea más bien.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.

jueves, 18 de febrero de 2010

encajabajatv

Dispuestos siempre a perseguir la mejor manera de compartir lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué, estrenamos hoy encajabajatv, un canal de vídeos en youtube y vimeo. En ambos contenedores, iremos colgando los vídeos que vayamos elaborando en el blog, ya sean sobre conferencias, coberturas especiales o cualquier tipo de vídeo relacionado con lo nuestro: la prensa y el diseño, y siempre bajo la premisa que aparecerá próximamente en nuestra cabecera. Es decir, Maquetar es informar.

Estrenamos este canal (en el que también podéis encontrar todos los vídeos que hemos hechos hasta ahora) con un vídeo de la cobertura que hizo el departamento de Diseño de El Mundo sobre los primeros días de la tragedia de Haití. Y lo hacemos con la esperanza de que la ayuda siga llegando ahora, cuando se corre el riesgo del olvido, tanto como en los primeros días.




El diseño y maquetación de páginas es un trabajo de toda la sección de Diseño del diario El Mundo. La selección y edición de vídeo es de Luis Blasco; y hemos utilizado como tema musical "Noche de dos", compuesto e interpretado por Quique Falcón (piano) y Mario Benito (guitarras).


Podéis verlo también en Vimeo.

martes, 16 de febrero de 2010

Vuelven las Jornadas del CEU

Vuelven un año más las Jornadas sobre Fotoperiodismo, Edición y Diseño en Prensa que organiza la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. En esta su ya decimotercera edición (y se dice pronto, pero son muchos años y muchísimo trabajo dentro de un panorama en el que no había absolutamente nada en lo relativo al diseño periodístico en Madrid, labor incansable de Pedro Pérez Cuadrado junto a Laura González Díez, que ahora continúa con el resto del Departamento de Comunicación Audiovisual y Nuevas Tecnologías pero sin nuestro "maestro" de maquetas, y muy querido amigo, quien cambió sus aulas por las de la Universidad Rey Juan Carlos del sur de Madrid), decimotercera edición, decíamos tras el enorme paréntesis, en la que han cambiado su nombre por el de "Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño" porque sus organizadores consideran que "tanto el diseño como la imagen (fotografía, ilustración e infografía) son disciplinas transversales que no son exclusivas del ámbito del Periodismo (impreso y digital) sino que están presentes en todos los Grados, también en Comunicación Audiovisual y también en Publicidad".



En lo que a nosotros respecta, las Jornadas de este año son especiales puesto que hemos cambiado nuestra presencia durante muchas de sus ediciones en el lado de los asistentes por el otro lado, el de los ponentes, al haber sido invitados a abrirlas, todo un honor y una responsabilidad. Nuestro compañero de blog Mario Benito nos representará llevando a los alumnos una versión actualizada con nuevas páginas y algunos casos prácticos más de "Maquetar es informar", donde mostramos y explicamos nuestro trabajo, cómo lo hacemos y porqué lo hacemos, destacando su vertiente de especialización periodística. Además, esa primera mañana contará con una conferencia que promete ser más que interesante porque abordará el ambicioso proyecto de diseño de todos los idarios del grupo Vocento, a cargo de Paco Trujillo, jefe de arte de la Redacción Central de Vocento, y de Benjamín Lana, director de Innovación y Medios Regionales del grupo, titulada "El viaje de los diarios de Vocento en busca de su ADN".

La tarde del primer día está dedicada a la infografía, con la participación de Pablo M. Ramírez (consultor y fundador de "Sin palabras") y del ilustrador e infógrafo Julián de Velasco. El segundo día es para la fotografía con Eduardo Momeñe y Alberto Yagüe.

Las Jornadas tendrán lugar los días 3 y 4 de marzo en el Salón de Grados de esta Universidad (c/ Julián Romea, 23) y aquí os dejamos un enlace con el programa completo donde además se puede encontrar toda la información para inscribirse.

lunes, 15 de febrero de 2010

Diseñario 2.0 (XX)

En este mundo incierto existen todavía quienes se refugian en un extraño anonimato y, perdidos, alejados de todo posible reconocimiento, sabiendo además que intentan encuadrar, o poner límites, a una obra que además no los tiene, siguen adelante hacia el infinito, y más allá. Por otro lado, estamos casi seguros de que si la divertidísima, y originalísima, gala de los Premios Goya entregase uno de ellos al mejor diseñario, y lo ganasen quienes escriben cada semana para nosotros esta obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general, es bastante probable que los enigmáticos miembros del comité de expertos encargados de su redacción no se dieran a conocer ni siquiera para subir, empasillados por los aplausos de todos los asistentes puestos en pie, a recoger el premio. Con todos ustedes, una nueva entrega del Diseñario.





Empasillado. En los periódicos la información no sólo se lee, sino que también se ve. Esto quiere decir que la forma, tantas veces caprichosa, no lo es tanto cuando obedece a un contenido. Una manera de destacar una información, de resaltar su singularidad, consiste en variar su forma, su morfología, haciendo que resalte en medio de un texto de características más ordinarias...
Se conocen como empasillados a los elementos que se encuentran confinados entre dos trazos generalmente horizontales, de manera que la impresión óptica es la de un texto preso en un estrecho pasillo. De ahí, ¡oh, universo inexcrutable! su desconcertante nomenclatura. Los empasillados, por su singular puesta en página, se utilizan para destacar pequeños títulos, epígrafes que aún con afán de título secundario, digamos que no consiguen alcanzar ese rango. ¿Cómo metemos un título dentro de un texto sin llegar a tener la importancia de un segundo título, pero destacándolo de manera que no pase por simple ladillo? Empasillalo. Y con tan simple maniobra, no sólo solucionas la difícil papeleta de contentar a un redactor con pretensiones pero sin recursos, sino que, lo más importante, enriqueces los niveles de lectura de la página. Ya no sólo contiene un primer nivel de lectura, aquel que defienden los titulares, subtítulos y apoyos, sino que engrosan los niveles secundarios, esos que competen a sumarios, ladillos, etc. De un simple vistazo, consigues localizar entre la información una pequeña llamada sobre un tema, tangencial o no tanto, que o bien puede llamar a otra página (en los empasillados de la portada) o bien aumentan la jerarquía de algún ladillo, dando fe de su mayor importancia. No es lo mismo un ladillo en mitad de un texto que una serie de empasillados, con mucha más información y mucho más valorada...
Esto por lo que se refiere al diseño. Porque a los maquetadores también se nos puede empasillar. Esto ocurre con más frecuencia de lo que nos gustaría y se da cuando los redactores, ansiosos por encontrar soluciones a sus problemas, te asaltan en medio del pasillo, cuando estás en la fila para sacar un café, o en el angosto repartidor que da acceso al ascensor. Generalmente te sitian contra la pared, o te cierran el paso hacia el garaje (de ahí el empasillamiento) o en casos extremos, intentan entrar contigo en el baño, en una clara violación de tu intimidad...de tránsito. Lo hacen desbordados por la presión, animados por alguna ocurrencia de última hora, en una clara muestra de imprudencia, porque no hay especie más peligrosa en el reino animal que un maquetador que se siente acorralado. Capaces de cualquier barbaridad en esas situaciones límite, no es la primera vez que se han visto en algún periódico redactores huyendo despavoridos, con las ropas hechas jirones, mientras al fondo, un maquetador con los ojos inyectados en sangre aulla: "¡¡¡¡Me estoy tomando un café, por Dios!!!! ¡¡¡¡Son mis dos minutos libres del díaaaa!!!"

Encuadrar. Delimitar el espacio de una fotografía, decidir qué va a aparecer en ella y qué se va a quedar fuera. Es "el escenario de la imagen", según la mejor definición impresa que hemos encontrado ("El ojo del fotógrafo", Michael Freeman). No es un tecnicismo cualquiera, ni uno más de entre los muchos que gasta la fotografía, porque se trata ni más ni menos del elemento que en la mayor parte de los casos diferencia la foto de un pofesional o un aficionado avanzado de la que podríamos denominar "foto del cuñado". Sí, ese que se compró en Andorra o Canarias un mamotreto de muchos millones de píxeles con su funda incorporada y se dedica ahora a cortar pies, por los tobillos, nada de planos medios americanos o de la nacionalidad que sea, mientras el cielo, o una pared acribillada con las sombras del flash, o la nada, ocupan dos terceras partes de la imagen. El lo llama "enfocar", a encuadrar, tal vez porque de que el motivo fotografiado esté en foco, nítido en el plano de la imagen, ya se encarga la cámara, a duras penas, autofocando si nos permiten la licencia.
El encuadre está muy relacionado con el corte que se le quiera dar a las imágenes para ser impresas, y de cuyos aspectos ya nos ocupamos en la voz correspondiente. Pero si bien el corte es una intervención en una imagen ya realizada, el encuadre es de lo que nos ocupamos, o deberíamos, cuando estamos tomando la fotografía, y para lo que conviene mirar no sólo la figura central que queremos inmortalizar sino todo el rectangulito de nuestro visor para ver así todo lo que allí aparece, cómo está organizado (eso sería la composición) y dónde están los límites, dónde empieza y termina la imagen. Aspectos todos ellos sobre los que el fotógrafo tiene que decidir y que no lo hace ni hará ninguna cámara por sí sola, analógica, digital o de rayos X.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.

viernes, 12 de febrero de 2010

Revista de blogs (IX)

Cada día son más los blogs que aparecen en Internet, pero no por ello todos merecen ser destacados. Sin embargo, en esta suerte de Revista de prensa (cibernética) os traemos una nueva entrega de los blogs, personales o no, que merecen nuestra atención.




En la boca del lobo. En uno de sus últimos post, el periodista Ramón Lobo, celebra el primer cumpleaños desde que sus amigos le convencieran para utilizar el blog como herramienta de comunicación. Y nosotros le damos las gracias a sus amigos por animarle y a él por ser uno de los diarios personales de visita obligada dentro del maremágnum de [des]información en el que se ha convertido internet. Esta es, sin duda, la única boca del lobo en la que no nos da miedo entrar. Y uno de los mejores blogs periodísticos en lengua castellana. Por ello, pasa a nuestra galería de imprescindibles.





Periodista (y) colegiado. Ha sido trencilla y es periodista. Si sumamos esas dos facetas, criticadas por sistema, nace este blog en el que nuestro compañero y, sin embargo amigo, Alberto D. Prieto desgrana la polémica futbolera generada por los hombres de negro. Como un padre nuestro, recita la norma para decir qué es penalti, por qué es fuera de juego y si la expulsión es merecida o no. Nosotros, aún así, seguimos protestando y gritamos: "Ha sido el seis, penalti y expulsión".





Malaprensa Llevan ya un tiempo descubriendo a los Pepé Gotera y Otilio de los medios impresos. Destapando aquellas chapuzas y errores que deberían avergonzar a sus responsables. Por eso, no tienen piedad en darnos a conocer titulares erróneos, estadísticas malinterpretadas (conscientemente o no) e incluso errores becariales de esos que te alegran el café de la mañana. Josu Mezo, su editor, tiene tanta (y tan necesaria) "mala leche" que tiene hasta sus propios premios. Todo para convertir la malaprensa en buena.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Maquetar es informar (y V)

Finaliza con esta entrega la serie de vídeos que os hemos estado ofreciendo sobre la conferencia "Maquetar es informar", que a cargo de nuestro compañero de blog Mario Benito, inauguró las I Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información organizadas por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Terminamos con el apartado titulado "Equilibrios de poder", donde explicamos la curiosa contradicción que se da en la redacción de un periódico donde algunos periodistas no consideran periodística nuestra función... pero todos ellos quieren controlarla. Todo el mundo "sabe" de diseño.


Maquetar es Informar (y V) from encajabaja on Vimeo.



Para nosotros, la tensión dialéctica entre las distintas secciones y la sección de diseño es necesaria; de la confrontación de criterios periodísticos saldrán las mejores páginas cada día, mientras que de la imposición arbitraria y sin criterio del "cambia esta página porque a mí no me gusta", propia generalmente de quienes tienen poder pero no saben, lo más probable es que el resultado sea mediocre.

Como en las anteriores entregas, la toma de imágenes corrió a cargo de Quique Falcón y Nacho Arbalejo; y la edición de vídeo es de nuestro compañero de blog Quique Falcón.

Terminamos agradeciendo una vez más, porque es para nosotros muy importante el que un foro así nos haya permitido tener una voz, aunque sea en minúsculas, la oportunidad que nos dio la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y muy especialmente a nuestro querido maestro y amigo Pedro Pérez Cuadrado, organizador de las Jornadas, que nos invitó a que participáramos en ellas contando, y mostrando, nuestra manera de entender el diseño periodístico. Gracias a él nos hemos dado cuenta además, de que "Maquetar es informar" es el lema de este blog, y así figurará en un próximo rediseño de nuestra cabecera.
Gracias también tanto a los alumnos que tuvieron la paciencia de escucharnos y hacernos preguntas, como a quienes habéis seguido la conferencia en diferido a través del blog.


Anteriores entregas
Maquetar es informar (I)
Maquetar es informar (II)
Maquetar es informar (III)
Maquetar es informar (IV)

martes, 9 de febrero de 2010

Besos y almíbar

Probablemente esta sea la semana más edulcorada de todo el año. Los grandes (y no tan grandes) comercios ponen en marcha su maquinaria para que los novios y novias, maridos y mujeres, amantes y amados se estiren y tengan un detalle el próximo domingo 14 de febrero. Sí, el día de San Valentín (tranquilo, todavía tienes tiempo para comprar algo). Y, probablemente, esta canción de The Beatles, sea la que más suene durante estos siete días.



Es el espíritu del Día de San Valentín, del que difícilmente la gente puede abstraerse. Y nosotros, gente de espíritu débil cuando de amor se trata, hemos caído. Sí, porque si no, no tiene explicación que diéramos no una, ni dos, sino !tres fotografías de besos! en una misma sección.

Y tenemos que reconocer que lo hemos hecho aposta. Ana Alonso, de Internacional, y un servidor lo decidíamos a medida que diseñábamos la sección de Mundo. Con la primera foto ni lo pensamos, quedaba perfecta; con la segunda, el almíbar ya asomaba un poco y la coincidencia besucona nos hacía gracia; pero con la tercera lo pensamos un poco y decidimos apostarlo todo a rojo corazón, a pesar de las comprensibles dudas de Concha, editora gráfica. "Es la semana de San Valentín", teníamos la excusa perfecta.

Tres besos, tres, en las páginas de Mundo