viernes, 4 de enero de 2008

Otro mito

La prensa escrita se muere. En realidad se ha muerto ya varias veces, de ser ciertas las profecías de esos visionarios agoreros que llevan años, muchos años, anunciándonos con voz grave el inevitable fin de los periódicos. Sucede con estos gurús de la comunicación catastrofista como con todos aquellos profetas apocalípticos de antes del año 2000 que fijaban una fecha precisa para el fin del mundo y cuando la fecha llegaba y el mundo seguía volvían a fijar otra para dentro de unos meses o unos años, esta vez sí que sí, de verdad de verdad de la buena que el mundo se acaba. Como los periódicos.

Antes del año 1000 también se multiplicaron los fines del mundo, como antes de internet ya hubo muertes anunciadas para los periódicos. Porque los diarios, evidentemente, serían incapaces de sobrevivir en los comienzos del siglo XX a un medio que te contaba las noticias de forma inmediata, en tu casa, y gratis, sin necesidad de que tuvieras que ir al quisco al día siguiente y pagando por noticias del día anterior. ¿Se dan cuenta de las asombrosas analogías entre radio e internet, comienzos de los siglos XX y XXI? Ayudaron mucho a esos negros augurios, como ahora, el que las tiradas entonces millonarias de la prensa bajaran. Pero como pasaron los años y los periódicos, tozudos, se resistían a morir, tuvo que venir otro medio de comunicación de un éxito arrollador que, por eso mismo, sería la puntilla definitiva. ¿Quién puede competir con la televisión?

Pues han tenido que inventar otro medio nuevo, absolutamente fascinante, para llevar a cabo la siniestra misión que se encomendó a sus predecesores y... fallaron. Pero éste sí. Por si fuera poco, a las virtudes de los anteriores, la inmediatez, la gratuidad, el dinamismo y el espectacular impacto visual, todo en uno más la interactividad, se añade que cuenta a su favor con el mito. Y un mito ya dijimos que se interioriza sin reflexionar como si fuera una verdad incuestionable de manera tal que todos damos por hecho que los periódicos desaparecerán o, al menos, se empieza últimamente a matizar, "desaparecerá el soporte en papel para la prensa escrita". No hay estudio sesudo de comunicólogo, asesor o consultor que se precie que no tenga esta curiosa afirmación, hecha ahora, cuando precisamente se imprime cada día más papel que nunca en la historia. Y eso sí que da miedo, más que el que se empeñan en querer alentar los gurús del "vamos a morir, todos". Como curioso resulta que el periódico más importante del mundo, a pesar de su muerte inminente, acabe de inaugurar una nueva sede, todo un rascacielos en la ciudad de Nueva York para que allí dentro escriban el diario, junto con su división de internet, esos portales de información que tienen éxito... por contar con el respaldo y la credibilidad de un gran periódico. De los que se van a morir, seguro vamos...

Claro que como siguen pasando los años y los números de los periódicos impresos en sus cabeceras también, pues hay ya también quien empieza a querer curarse en salud afirmando que si no desaparecen, al menos "cambiarán", "deberán adaptarse a los tiempos de internet" o será su fin. ¡Tachán! Pero si es de Perogrullo, hombre, ¿cuándo no han cambiado los periódicos?, ¿es que tienen que ver algo los periódicos de ahora con los editados a principios del siglo XX, o con los de hace tan solo 20 años? Los periódicos siempre cambian, cada día son un poquito, muy poquito, diferentes del día anterior. Pero, claro, para darse cuenta hace falta, como mínimo, hojearlos diariamente o, mejor aún, leerlos.

Al final, no sabemos cuándo porque nosotros no vemos el futuro, es posible que se acabe el papel, o que sea tan escaso y caro que resulte prohibitivo. Que se destruya el planeta por el impacto de un meteorito o que el cambio climático derrita la tinta según salen los ejemplares de la rotativa y entonces sí que tendremos que echar el cierre. Seguro que algún ventajista se apunta entonces para decir: "¿ven, ven como los periódicos iban a morir?" Mientras tanto, los periódicos seguirán contando, además de con las ventajas propias de su increíble soporte, con un elemento que ninguno de estos gurús menciona nunca: la fuerza de lo que está puesto por escrito en un papel.

5 comentarios:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Nada ni nadie acabará con la prensa escrita. El periódico siempre será un símbolo y como dices la veracidad de la palabra escrita es mucho mayor.

un saludo y feliz 2008

Anónimo dijo...

Pero internet también es la palabra escrita...

Convivencia, ahí está la clave.

Mario Benito dijo...

¿A que cuando firmas un contrato o haces las escrituras de tu casa, por poner sólo dos ejemplos, lo quieres por escrito... y en un papel?
Un saludo a todos, gracias por vuestros comentarios, y feliz año

Anónimo dijo...

Siguiendo con estos ejemplos, ¿por qué iba a ser menos fiable un medio virtual como el vuestro? Convivencia, sin olvidarnos de donde venimos.

Feliz año

Mario Benito dijo...

Creo que mi artículo termina diciendo la "fuerza de lo que está escrito en un papel", no la credibilidad. Me alegra, no obstante que todos coincidamos en que la prensa escrita no va a desaparecer, y que se mencione tanto la palabra convivencia, porque es precisamente lo que trato de decir cuando en el post hablo de radio o de televisión frente a periódicos, ¿no?