Siete Leguas es una delicatessen en medio de la aspereza diara de un periódico. Una pequeña joyita trimestral, que ha recibido numerosos premios, tanto por su contenido como por su diseño durante estos últimos diez años en los que acude puntual a su cita en los quioscos. Una apuesta por la calidad, desde los magníficos textos de escritores tan destacados como Javier Reverte, Fernando Sánchez Dragó, Lorenzo Silva o Alberto Vázquez Figueroa a los impresionantes reportajes gráficos de fotógrafos como Alfredo Merino, Luis Davilla, Juan Echeverría, Ángel López Soto o las ilustraciones de grandes como Ulises Culebro, Raúl Arias, Victoria Martos o Luis Sánchez Parejo.
Siete Leguas no sólo se lee. Siete Leguas propone el viaje como experiencia. No sólo sus magníficos textos te transportan, sino que las imágenes, con voz propia poderosa, van contando sus propias historias. A veces tan contundentes que te dejan sin respiración. A veces tan sutiles que te susurran al oído. A veces el viaje te lleva hasta un destino paradisíaco. A veces, te abandona en un remoto rincón, dejado de la mano de Dios. El placer del texto como medio de transporte, de las imágenes como hábiles testigos del paso del tiempo. Y la nostalgia de volver, al terminar el número.
Siete Leguas no sólo se lee. Siete Leguas propone el viaje como experiencia. No sólo sus magníficos textos te transportan, sino que las imágenes, con voz propia poderosa, van contando sus propias historias. A veces tan contundentes que te dejan sin respiración. A veces tan sutiles que te susurran al oído. A veces el viaje te lleva hasta un destino paradisíaco. A veces, te abandona en un remoto rincón, dejado de la mano de Dios. El placer del texto como medio de transporte, de las imágenes como hábiles testigos del paso del tiempo. Y la nostalgia de volver, al terminar el número.
Desde hace algo más de un año tengo la inmensa fortuna de maquetar y editar gráficamente la revista junto a Manuel De Miguel. Otro encajabaja, Quique Falcón, hizo lo propio, antes que un servidor. Un regalo, un escape a la rutina, una joya, un gustazo total.
NAMIBIA (Septiembre 2009)
ESTOCOLMO DE LARSSON (Junio 2009)
4 comentarios:
Impresionante...
¿Se puede conseguir fuera de España? Me parece precioso lo que ví. Felilcitacines!!!
Hay que teneros cuadrados para hacer un texto así y ni siquiera nombrar a Baeta.
Pues sí, querido anónimo, llevas toda la razón. Fernando Baeta es el impulsor de todo este proyecto. Sin él, obviamente, Siete Leguas no sería lo que es. Pero no atribuyas, frívolamente, tamaño olvido a la forma de mis testículos y sí a mi mala cabeza, que la tengo... De hecho, en alguna versión anterior del post estuvo... y ahora no recuerdo porqué quité ese párrafo. De justicia, pues, nombrarle. Aún así, no creo que le importe, conociéndole como le conozco y conciéndome él a mí como me conoce... Pero déjame decir entonces, ya que te veo preocupado por mis imperdonables olvidos, que Siete Leguas es Fernando Baeta, sí, pero también y no en menor medida, María Fluxá y Patricia Osuna y Noelia Ferrerio e Isabel García y María Cardona y Luigi Benedicto que acaba de incorporse, gran amigo y gran profesional... y Rafa Estrada, y Ulises Culebro y Pemper y Quique, David, Andrés y otros tantos que seguro me dejo en talleres, gente ésta que también trabaja en la revista. Y que, en mi imperdonable olvido, tampoco he nombrado... ni tú, por cierto. Y otros tantos que han pasado por esta revista, como Enric Pastor y Sara Cucala, a los que tampoco he nombrado, salvo a Quique, porque en el fondo de lo que hablo en el post (que imagino, has leído con atención, querido anónimo)es de la parte de diseño... E incluso te nombraría a ti, por hacerme ver mi olvido, si dejaras tu nombre en el comentario y no escribieras desde el calorcito del anonimato...
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