lunes, 14 de febrero de 2011

Diseñario 2.0 (y LIII)

Aunque parezca una contradicción, terminamos por segunda vez esta obra infinita... para dar comienzo a la siguiente edición. Cincuenta y tres entregas y más de 150 voces forman este Diseñario 2.0 que hoy terminamos, y que vienen a unirse a las 182 voces que formaron parte de la primera versión. Con este conjunto básico de más de 300 definiciones, el comité de expertos del Diseñario comenzará las gestiones para su publicación impresa, además de concluir con él la página web exclusiva del Diseñario que ya anunciamos en su día, y cuyo enlace se anunciará aquí en encajabaja, donde permanecerá en lugar destacado de manera permanente.
A partir de ahora comienza el Diseñario 3.0, última de las versiones, porque se trata de la auténtica versión infinita. No tendrá la periodicidad semanal de las dos primeras ediciones y por lo tanto tampoco podrá respetar un orden alfabético. Según vayan llegando nuevos términos a manos del comité de expertos, por la vía que sea, incluso por la inspiración espiritual, se irán definiendo e incorporando. Sin final. Gracias a todos por leernos e incluso colaborar en esta obra que... ya sabéis... además de infinita es irreverente, colectiva y abierta sobre el diseño periodístico y la prensa en general.






Transparencia. Cuando la fotografía no era digital, las imágenes se impresionaban con procesos químicos en un material fotosensible transparente, que deja pasar la luz vamos, y a través del cual se puede ver. Lo habitual era obtener una imagen en negativo, a la que se llamaba negativo, a partir de la cual se producían copias positivas en papel (por eso era necesario que fuese transparente el negativo). Pero también existían las denominadas diapositivas, que eran copias únicas en el material fotosensible de la cámara, en positivo y transparentes... o transparencias. Y aunque el comité de expertos parezca en ocasiones como ésta el comité de los abuelos cebolleta contando la batalla del río Guadalete contra los moros, en realidad no hace tanto de esto. En serio.
En lo que al periodismo se refiere, la transparencia es aquella cualidad que los medios de comunicación exigen para todos los demás, excepto para sí mismos; ya que demandan de poderes púlicos y privados que no guarden absolutamente ningún secreto para poder así ellos contarlo todo a los ciudadanos, lo que en principio parece positivo, mientras que al mismo tiempo defienden mantener el secreto de sus fuentes, incluso en instancias judiciales, lo que en principio parece positivo también. Sobre la transparencia en el accionariado e intereses de las empresas periodísticas, cosa que en principio más positiva no puede parecer, los medios de comunicación en general practican cualquier política que lleve al menor grado posible de transparencia.


V


Viñeta. Es, casi sin duda, la parte que menos texto del periódico tiene y, casi con toda seguridad, una de las primeras que se lee y se ve, o que sólo se ve. Y es, sin embargo, de las que más nos hacen pensar, y desde luego la que consigue de los lectores una sonrisa. Y con tan sólo unos trazos. Trazos convertidos en dibujos, en chistes, en mini historias gráficas con alto contenido periodístico. No en vano, son un clásico de la prensa.
También se las conoce como "chiste", están ubicadas en espacios de prestigio (cerca del editorial o en las primeras páginas) y dentro del género de opinión al que pertenecen, son las víctimas preferidas de los recortadores de periódicos. No nos extraña, porque en España hay alguno de los mejores dibujantes de viñetas del mundo: Forges, Mingote, Ricardo, Idígoras y Pachi, Gallego y Rey, El Roto, Puño, Martín Morales... Y así una larga lista de dibujantes que hacen periodismo en el espacio más pequeño del periódicos, las cuatro líneas de su viñeta.
Una viñeta es también cada una de las ventanas que componen una historia gráfica o cómic. De hecho, en la prensa norteamericana las viñetas de los periódicos, o "tiras" por ser una pequeña tira o serie de tres o cuatro viñetas que venía del día anterior y continuaba en el siguiente, fueron todo un clásico en el que trabajaron los más grandes maestros y donde nacieron y/o se publicaron a casi todos los grandes héroes, superhéroes y antihéroes del cómic.

Volcar. Seleccionen un texto en un ordenador, pasando el ratón con el botón de la izquierda continuamente pulsado sobre él. Con la tecla "CTRL" (control) pulsada, pulsen a la vez y sin soltar en ningún momento la anterior, la tecla "c" del teclado. Ahora, con el portapapeles así llenito, esa memoria interna de usar y tirar, seleccionen otra caja distinta en otra página, en la misma, o en una página web (por poner varios ejemplos) y manteniendo pulsada de nuevo la tecla "CTRL" (control) y sin llegar a soltarla en ningún momento, ya saben, igual que antes, pulsen ahora la tecla "v". ¿Qué ha pasado? ¡Magia! Porque el texto en cuestión estará ahora, también, en esta nueva ubicación. Así de fácil.
Efectivamente, volcar es el famoso "copypaste" que tanto daño y beneficios empresariales a corto plazo están causando a los periódicos y a los medios de comunicación digitales. Al periodismo.
No sólo consiste en coger el texto de una agencia o de cualquier otro sitio y pegarlo en "nuestra" noticia, volcar es, en el más amplio sentido del término, rellenar cualquier caja vacía con texto o imágenes, incluso con los de producción propia. Sucede que este último supuesto es tan exponencialmente infrecuente que volcar se está conviertiendo en sinónimo del primer supuesto, con la más que razonable previsión de que a largo plazo lleve a nuestros quehaceres a otro de los sinónimos de volcar, el que se refiere a tocer o tumbar un recipiente o cualquier otra cosa (un periódico, tal vez) de modo que pierde su posición... y su contenido propio.


W


Web. Red global que atrapará a todos los periódicos del mundo. ¿A todos?



Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Diseñario 2.0 (XLIV): portadilla-putada.
Diseñario 2.0 (XLV): rataplán-rediseño.
Diseñario 2.0 (XLVI): registro-retícula.
Diseñario 2.0 (XLVII): ríos-rutero.
Diseñario 2.0 (XLVIII): scoop-solemnidad.
Diseñario 2.0 (XLIX): staff-supervivencia.
Diseñario 2.0 (L): tejadillo-temazo.
Diseñario 2.0 (LI): tirada-tocho.
Diseñario 2.0 (LII): tono-trama.

2 comentarios:

maj dijo...

Enhorabuena de las buenas.
¿Para cuándo en papel?
Abrazos, MAJ

Mario Benito dijo...

Muchas gracias, de las buenas también.
Para nosotros no habría mayor ilusión que lograr imprimir nuestras "voces" en maravilloso papel. Ahí estamos, y se aceptan sugerencias y ayudas del tipo que sean.

Más abrazos