Ni se han enterado de las polémicas. O si se han enterado, disimulan, porque aquí están de nuevo como si tal cosa el equipo de expertos de encajabaja a quienes encargamos hace ya la friolera de cuarenta y cinco entregas la redacción de este Diseñario, obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, irreverente y abierto a la participación de cuantos quieran aportar algo, amigos y críticos incluidos.
Silueta. Preocupación habitual en maquetadoras y en maquetadores metrosexuales. Se suele perder por pasar largas horas sentados ante el ordenador y por malcomer en la redacción, equipada como está de máquinas expendedoras de "comida".
En otro orden de cosas, la silueta es el recurso fácil para conseguir una página "bonita". La ejecución es la siguiente: se extrae de una foto al personaje que se quiere destacar. Se le deja sin contexto. Su figura aparece en la posición en la que le han pillado, rodeado de la nada. Flota en el aire, levita. En este etéreo estado se le sitúa en la página, a ser posible grande, derruyendo las columnas de texto con sus piernas, brazos o cualquier otra protuberancia. En numerosas ocasiones una silueta mal ubicada dificulta mucho la lectura y además la colocación del título, pie y demás elementos imprescindibles se convierte en una labor imposible, un puzzle diabólico.
Con esto no decimos que no haya habido grandes páginas elaboradas con una silueta como imagen gráfica protagonista, pero últimamente el uso y abuso de este recurso le está haciendo perder el valor que tenía. Mención aparte merece ese redactor que nos dice: "Hazme una página artística, ponme una silueta", mientras te entrega una foto de un medio plano de Madonna bailando en donde no se le ven las piernas. Si haces una silueta de esto, pareceras un mago cuando mete a alguien en una caja y divide su cuerpo en dos. Enhorabuena, tronco.
Símbolo. Es la forma que representa una idea o concepto abstracto. Un signo que da forma gráfica a un significado que todos hemos aceptado, por convención bien sociológica, cultural, etc. Dicho de otro modo, un símbolo es la manera de dar una forma a una imagen que valga, previo acuerdo, para todo el mundo.
Los símbolos dan formas simples a ideas complejas, aglutinan conceptos, identifican valores e incluso hacen que las personas nos identifiquemos en grupos (símbolos religiosos, o nacionales, por ejemplo). Hasta constituyen tipos de escrituras, como los jeroglíficos egipcios, o las runas nórdicas.
Con el auge de los ordenadores se fueron introduciendo tipografías de símbolos, es decir, tipografías formadas no por letras, sino por gráficos. No sirven por lo tanto para escribir textos, sino que incluyen imágenes, signos, ilustraciones y todo tipo de motivos gráficos o caracteres propios de lenguas extranjeras. Existen muchas y muy variadas, desde la clásica Symbol de Monotype, formada por símbolos matemáticos, de puntuación y caracteres griegos y que está instalada en prácticamente el 100% de los ordenadores del mundo, hasta tantas como la imaginación y la creatividad de los tipografistas puedan concebir.
Resultan muy útiles a la hora de introducir pequeños guiños gráficos en las páginas de los periódicos, por ejemplo. Os sorprendería la cantidad de caracteres de símbolos que se utilizan en una sóla página de periódico. Cada vez que vemos un bolito, un triángulo, una manita, un pequeño avioncito... estamos ante una tipografía de símbolos. Incluso hay rayas que en vez de pintarse están formadas por varios caracteres consecutivos de símbolos para poder manejarlo como si fuera un texto. Y es que al final, rindiéndonos a la evidencia, debemos constatar el tópico de que una imagen vale más que mil palabras, o trayéndonoslo a nuestro terreno, que un símbolo siempre destacará visualmente entre un mar de letras.
Subtítulo. ¿De verdad lo tenemos que explicar? Si llevas siguiendo este Diseñario habitualmente sabrás que es uno de los términos que se autodefinen ("sub" más "título", vamos, lo de debajo del título, concebido para leerse después del mismo y complementarlo aportando información). Insistamos, porque nos consta que hay periódicos que al antetítulo ("ante" más "título", lo de antes del título, la frase que se escribe encima del título) lo llaman subtítulo: el subtítulo es el elemento que dentro del bloque entero de titulación se sitúa inmediatamente debajo del título. Es posterior a él y, lo adecuado, es leerlo a continuación. Porque está concebido precisamente para complementarlo. En cambio, si eres un cultureta que sólo ve las películas en versión original y no tienes intención de dedicarte al diseño periodístico, subtítulo es la traducción de un título escrito en lengua foránea y la consiguiente traducción escrita que aparece en pantalla de todos los diálogos. Desajustada a veces, desincronizada, como también sucede a veces con algunos subtítulos en la prensa... que no se ajustan a lo que deben ser. En los títulos de reportaje, suele ser su función parecida a la cinematográfica porque se encargan de "traducir", o sea explicar, esas frases ingeniosas y cortas del título. Lo que no deben ser, en ningún caso, es una triste continuación de un mal título compuesto en una frase demasiado larga: pongo en el subtítulo lo que no me cabe en el título. Ambos elementos son complementarios, pero independientes.
Conviene aclarar que, a pesar del comienzo de nuestra definición, no todo lo que va debajo de un título debe denominarse por norma subtítulo. A veces, utilizando esquemas no demasiado ortodoxos ni generalmente aceptados en el diseño de periódicos se coloca una fotografía bajo el título, separándolo del texto. Pues bien, una imagen situada debajo de un título... no es un subtítulo.
Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Silueta. Preocupación habitual en maquetadoras y en maquetadores metrosexuales. Se suele perder por pasar largas horas sentados ante el ordenador y por malcomer en la redacción, equipada como está de máquinas expendedoras de "comida".
En otro orden de cosas, la silueta es el recurso fácil para conseguir una página "bonita". La ejecución es la siguiente: se extrae de una foto al personaje que se quiere destacar. Se le deja sin contexto. Su figura aparece en la posición en la que le han pillado, rodeado de la nada. Flota en el aire, levita. En este etéreo estado se le sitúa en la página, a ser posible grande, derruyendo las columnas de texto con sus piernas, brazos o cualquier otra protuberancia. En numerosas ocasiones una silueta mal ubicada dificulta mucho la lectura y además la colocación del título, pie y demás elementos imprescindibles se convierte en una labor imposible, un puzzle diabólico.
Con esto no decimos que no haya habido grandes páginas elaboradas con una silueta como imagen gráfica protagonista, pero últimamente el uso y abuso de este recurso le está haciendo perder el valor que tenía. Mención aparte merece ese redactor que nos dice: "Hazme una página artística, ponme una silueta", mientras te entrega una foto de un medio plano de Madonna bailando en donde no se le ven las piernas. Si haces una silueta de esto, pareceras un mago cuando mete a alguien en una caja y divide su cuerpo en dos. Enhorabuena, tronco.
Símbolo. Es la forma que representa una idea o concepto abstracto. Un signo que da forma gráfica a un significado que todos hemos aceptado, por convención bien sociológica, cultural, etc. Dicho de otro modo, un símbolo es la manera de dar una forma a una imagen que valga, previo acuerdo, para todo el mundo.
Los símbolos dan formas simples a ideas complejas, aglutinan conceptos, identifican valores e incluso hacen que las personas nos identifiquemos en grupos (símbolos religiosos, o nacionales, por ejemplo). Hasta constituyen tipos de escrituras, como los jeroglíficos egipcios, o las runas nórdicas.
Con el auge de los ordenadores se fueron introduciendo tipografías de símbolos, es decir, tipografías formadas no por letras, sino por gráficos. No sirven por lo tanto para escribir textos, sino que incluyen imágenes, signos, ilustraciones y todo tipo de motivos gráficos o caracteres propios de lenguas extranjeras. Existen muchas y muy variadas, desde la clásica Symbol de Monotype, formada por símbolos matemáticos, de puntuación y caracteres griegos y que está instalada en prácticamente el 100% de los ordenadores del mundo, hasta tantas como la imaginación y la creatividad de los tipografistas puedan concebir.
Resultan muy útiles a la hora de introducir pequeños guiños gráficos en las páginas de los periódicos, por ejemplo. Os sorprendería la cantidad de caracteres de símbolos que se utilizan en una sóla página de periódico. Cada vez que vemos un bolito, un triángulo, una manita, un pequeño avioncito... estamos ante una tipografía de símbolos. Incluso hay rayas que en vez de pintarse están formadas por varios caracteres consecutivos de símbolos para poder manejarlo como si fuera un texto. Y es que al final, rindiéndonos a la evidencia, debemos constatar el tópico de que una imagen vale más que mil palabras, o trayéndonoslo a nuestro terreno, que un símbolo siempre destacará visualmente entre un mar de letras.
Subtítulo. ¿De verdad lo tenemos que explicar? Si llevas siguiendo este Diseñario habitualmente sabrás que es uno de los términos que se autodefinen ("sub" más "título", vamos, lo de debajo del título, concebido para leerse después del mismo y complementarlo aportando información). Insistamos, porque nos consta que hay periódicos que al antetítulo ("ante" más "título", lo de antes del título, la frase que se escribe encima del título) lo llaman subtítulo: el subtítulo es el elemento que dentro del bloque entero de titulación se sitúa inmediatamente debajo del título. Es posterior a él y, lo adecuado, es leerlo a continuación. Porque está concebido precisamente para complementarlo. En cambio, si eres un cultureta que sólo ve las películas en versión original y no tienes intención de dedicarte al diseño periodístico, subtítulo es la traducción de un título escrito en lengua foránea y la consiguiente traducción escrita que aparece en pantalla de todos los diálogos. Desajustada a veces, desincronizada, como también sucede a veces con algunos subtítulos en la prensa... que no se ajustan a lo que deben ser. En los títulos de reportaje, suele ser su función parecida a la cinematográfica porque se encargan de "traducir", o sea explicar, esas frases ingeniosas y cortas del título. Lo que no deben ser, en ningún caso, es una triste continuación de un mal título compuesto en una frase demasiado larga: pongo en el subtítulo lo que no me cabe en el título. Ambos elementos son complementarios, pero independientes.
Conviene aclarar que, a pesar del comienzo de nuestra definición, no todo lo que va debajo de un título debe denominarse por norma subtítulo. A veces, utilizando esquemas no demasiado ortodoxos ni generalmente aceptados en el diseño de periódicos se coloca una fotografía bajo el título, separándolo del texto. Pues bien, una imagen situada debajo de un título... no es un subtítulo.
Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.