lunes, 12 de enero de 2009

Diseñario (XLIII)

Aquí están de nuevo los intrépidos miembros del comité de expertos de encajabaja con una nueva entrega de su Diseñario tras el pequeño paréntesis vacacional de las Navidades. Ni el cambio de año; ni los negros augurios de un 2009 que, a pesar de las dificultades, afrontamos dispuestos a que sea mejor que el año que dejamos atrás; ni el enorme revuelo de cierto rediseño criticado en ocasiones con cierto ventajismo, desde el anonimato algunos, o con tanta prisa como si se estuviera esperando a que saliera a la calle para disparar contra él, fuese como fuese, han podido distraer la labor de estos esforzados desentrañadores de los términos relacionados con el diseño periodístico y la prensa en general reunidos en esta obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación.




S


Sábana. Se denomina así al formato de página gigante, con 749x597mm de papel por cada doble página. Muy utilizado en la prensa anglosajona y en Estados Unidos, se ha ido retirando gradualmente a lo largo de los últimos años y se ha transformado en un periódico más pequeño y fácil de manejar, cosa que agradecen todos los ingleses que cogen el metro a la hora punta (no se dejen engañar por aquellos tradicionalistas británicos que hablaban maravillas de los dobleces de sus extensos periódicos). Hay otros formatos como el berlinés (bautizado así según cuenta la leyenda en honor al mismísimo Kennedy y su famosa frase "soy un ciudadano berlinés" cuando visitó Europa), más pequeño que el formato sábana; el tabloide, más pequeño que los anteriores. Quizá por un sentido ecológico en el gasto de papel por comodidad para los lectores, o por razones económicas, se utiliza el berlinés (sobre todo en el Reino Unido) y el tabloide (el más utilizado en España). Podríamos decir: ¡El periódico de formato sábana ha muerto! ¡Larga vida al formato pequeño!

Sangre. La que a veces cuesta (junto a sudor y lágrimas) resolver una maqueta o terminar un periódico. La que muchas veces te gustaría hacer correr por los suelos de la redacción, en pleno brote psicótico, cuando ves que tú vas en una dirección y parece que el resto de los mortales se empeñan en empujar hacia otra, repleta de fotitos, donde todos opinan sobre lo bonitas que son las páginas...
En artes gráficas, se denomina imprimir a sangre a imprimir el documento sin dejar ningún margen con restos de blanco. Esto se consigue desplazando la zona de impresión más allá del borde de la página, lo que hará que quede cortado (y por tanto, sangrando) por la guillotina. Para ello se establecen las marcas de sangrado, que suelen situarse a 3 o 4 mm. del borde del papel. El sobrante que resulta del afrancesado método de corte, que por lo general acaba en la papelera, se denomina sangre (bleed, en inglés). Y de este modo se garantiza una impresión en la que no existen ni zonas en blanco, ni posibles desajustes a la hora de cortar. A la sangre también se le conoce como "sangría" o "demasía", principalmente en América Latina, porque aquí en España "sangría" se denomina a lo que explicamos a continuación.

Sangría. No haremos más bromas con su significado alcohólico, tan sólo indicar que esa jarra fresquita a la hora de la comida y que después rezuma por las orejas es posiblemente el origen de muchos de los diseños concebidos de 16 a 19 horas, entre cabezadas veraniegas, modorra lo llaman. Sangría es también el espacio que hay entre el límite izquierdo de la columna y la primera letra de la primera línea del párrafo.
Hay dos tipos de sangría, la sangría de párrafo que es cuando sólo la primera línea de cada párrafo deja un espacio. Y la sangría francesa, que además de los fusilamientos del Dos de Mayo, consiste en que la primera línea no deja espacio y lo hacen todas las demás hasta la primera línea del siguiente párrafo, que se comporta igual. El párrafo que no tiene ninguna sangría se denomina párrafo alemán.


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.

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