Granjero de Alabama, uno de los retratos más famosos de Evans.
En cierto modo nos recuerda un poco a Eugene W. Smith y a Robert Frank. No por el uso de una fotografía en blanco y negro realista, dura, que también. Sino por la temática en la que se centra Walker Evans: la vida cotidiana de sus conciudadanos, la mayoría de las veces injusta y descarnada. Por eso sus retratos se convierten en imanes, de los cuales no puedes escapar además sin una sensación de desazón.
Y estamos de suerte, no sólo por no protagonizar una de las duras imágenes de Evans, sino porque en la sala de Exposiciones de la Fundación Mapfre (Avenida General Perón, 40, Madrid) podemos disfrutar hasta el 22 de marzo de una amplia selección de sus fotografías. Más de un centenar de copias en gelatina de plata procedentes de la más importante colección privada de obras de este fótógrafo, que engloba todas sus etapas. Y, aunque estemos en tiempos de crisis y apreturas, tal vez podamos comprar el magnífico catálogo de la misma.
Y estamos de suerte, no sólo por no protagonizar una de las duras imágenes de Evans, sino porque en la sala de Exposiciones de la Fundación Mapfre (Avenida General Perón, 40, Madrid) podemos disfrutar hasta el 22 de marzo de una amplia selección de sus fotografías. Más de un centenar de copias en gelatina de plata procedentes de la más importante colección privada de obras de este fótógrafo, que engloba todas sus etapas. Y, aunque estemos en tiempos de crisis y apreturas, tal vez podamos comprar el magnífico catálogo de la misma.
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