Mientras Rupert Murdoch, curioso personaje de estética atrevida y multimillonarias inversiones en medios de comunicación, nos contaba la semana pasada una cosa, los vecinos de la localidad de Cardondale, población de 6.000 habitantes del estado norteamericano de Colorado, hacían exactamente la contraria. Mucho más interesante además, la de estos humildes ciudadanos, que la del potentado, porque las palabras del dueño de News Corporation (imperio que engloba entre otros a los diarios ingleses The Times y The Sun, la cadena norteamericana de televisión Fox, el diario neoyorquino sensacionalista The New York Post o The Wall Street Journal, última y rimbombante adquisición no exenta de polémica) no aportan nada, son exactamente las mismas que repiten los gurús de la comunicación y todos aquellos que, sepan de lo que hablan o no, repiten un día sí y otro más: todos los diarios serán digitales y dejarán de imprimirse, en un plazo más o menos variable de entre uno y cincuenta años, con un error aproximado del más o menos cien por cien. Porque ahora resulta que todo el mundo sabe de comunicación, como tenemos ocasión de comprobar con más frecuencia de la deseada. Y del futuro.
Buenos todos no, porque los vecinos de esta pequeña localidad norteamericana no deben tener ni idea de lo que hacen. Nada menos que ¡volver a imprimir EN PAPEL, sí en papel, el periódico de su localidad!, cerrado en diciembre de 2008.
A comienzos de este año, Rebecca Young, editora y fundadora en 1975 del extinto Carbondale Valley, sufrió la muerte de una amiga y se encontró con la imposibilidad de publicar una esquela como último detalle de cariño hacia ella (¿alguien conoce sitios así en internet?... ¿podría ser una buena idea ponerlo en marcha cobrando un precio módico por cada esquela?...). Este contratiempo la impulsó a resucitar el periódico. Consiguió el apoyo de otros seis vecinos de la localidad: una agente inmobiliaria para gestionar la publicidad, las cuentas en manos del ex director de la cámara de comercio, o de un ex funcionario que además de dinero lo reparte a domicilio... y todos ellos de manera desinterada, para relanzarlo como semanario y con el nombre de The Sopris Sun.
Este milagro sin ánimo de lucro y en manos de voluntarios desinteresados se produce en medio de una crisis general, y de la prensa en particular, que en esa misma zona geográfica se ha llevado por delante en el mes de febrero al Rocky Mountain News, editado en Denver, capital del estado, cuando le faltaban apenas dos meses para cumplir ¡150 años! y con la consecuencia directa de otros 200 periodistas más sin empleo. Además, desde 2008 unos 20 periódicos locales de esta misma zona, han tenido que o bien cerrar o bien fusionarse con otras publicaciones debido a la grave crisis publicitaria... despidos incluidos, claro.
Milagro que tampoco es el único porque, además del Sopris Sun que editan un grupo de vecinos, también los hermanos Mark y Gary Stern anuncian que lanzarán en menos de dos meses el Detroit Daily News, como podemos leer en el siempre más que interesante Paper Papers. Intentarán ocupar el hueco que han dejado los dos periódicos más importantes de la ciudad, que han reducido sus suscripciones a tres días a la semana. No son los únicos que piensan que alguien, en papel, ocupará el hueco que están dejando los diarios que han decidido batirse en retirada, pero sí de los muy pocos que deciden arriesgar dinero ahora en una empresa así. Seguiremos a la expectativa, porque nosotros no podemos ver el futuro. Intentamos, eso sí, no perdernos detalle del presente, como las páginas del Sopris Sun que os ofrecemos hoy:
Es de suponer que entre sus voluntarios todavía no cuentan con un diseñador, a tenor de las páginas que podéis ver. ¿Seguimos siendo un lujo? Terri Ritchie figura en la mancheta como "page production" y suponemos que bastante debe tener con lograr que textos e imágenes aparezcan impresos con una cierta apariencia de páginas. No sabemos si se debe al ratón de su ordenador o al de Jane Bachracha, que aparece con el curioso cargo de "Jane of all trades", el impresionante anuncio que publican como contraportada, todo un rodeo del salvaje oeste en estilo warholiano. Si quieren transmitir la idea de que aquello es un espectáculo, la página en cuestión es, desde luego, todo un espectáculo. Forma y contenido, pues, reforzándose como mandan los cánones. Lo que no resulta tan coherente es que hallamos oído hablar o leído tan poco de este grupo de ciudadanos periodistas héroes.
De ser cierto el axioma clásico en el periodismo de que no es noticia que un perro muerda a un hombre sino todo lo contrario, un periódico que resucita impreso en papel gracias al esfuerzo desinteresado de una comunidad habría sido noticia en todos los medios, tanto en los que se alimentan de celulosa como en los que lo hacen con píxeles. Pero lo cierto es que de un tiempo a esta parte, largo tiempo ya, los medios de comunicación suelen reproducir, todos, con puntos de luz o en tramas de minúsculas gotas de tinta, las mismas noticias sobre perros mordiendo a hombres, que por eso mismo son menos noticia: que si otro periódico en papel cierra, otro más, otro. Algunos han contado, pocos, con pocas letras y menos imágenes, y nosotros lo hacemos ahora, la historia del hombre que mordió a un perro en las Montañas Rocosas de papel, un periódico que vuelve a imprimirse en una rotativa porque un grupo de gentes lo consideran algo suyo y se rebelan con todo su esfuerzo contra un supuesto futuro "inevitable" que no quieren aceptar. ¿Alguien más se anima?
Buenos todos no, porque los vecinos de esta pequeña localidad norteamericana no deben tener ni idea de lo que hacen. Nada menos que ¡volver a imprimir EN PAPEL, sí en papel, el periódico de su localidad!, cerrado en diciembre de 2008.
A comienzos de este año, Rebecca Young, editora y fundadora en 1975 del extinto Carbondale Valley, sufrió la muerte de una amiga y se encontró con la imposibilidad de publicar una esquela como último detalle de cariño hacia ella (¿alguien conoce sitios así en internet?... ¿podría ser una buena idea ponerlo en marcha cobrando un precio módico por cada esquela?...). Este contratiempo la impulsó a resucitar el periódico. Consiguió el apoyo de otros seis vecinos de la localidad: una agente inmobiliaria para gestionar la publicidad, las cuentas en manos del ex director de la cámara de comercio, o de un ex funcionario que además de dinero lo reparte a domicilio... y todos ellos de manera desinterada, para relanzarlo como semanario y con el nombre de The Sopris Sun.
Este milagro sin ánimo de lucro y en manos de voluntarios desinteresados se produce en medio de una crisis general, y de la prensa en particular, que en esa misma zona geográfica se ha llevado por delante en el mes de febrero al Rocky Mountain News, editado en Denver, capital del estado, cuando le faltaban apenas dos meses para cumplir ¡150 años! y con la consecuencia directa de otros 200 periodistas más sin empleo. Además, desde 2008 unos 20 periódicos locales de esta misma zona, han tenido que o bien cerrar o bien fusionarse con otras publicaciones debido a la grave crisis publicitaria... despidos incluidos, claro.
Milagro que tampoco es el único porque, además del Sopris Sun que editan un grupo de vecinos, también los hermanos Mark y Gary Stern anuncian que lanzarán en menos de dos meses el Detroit Daily News, como podemos leer en el siempre más que interesante Paper Papers. Intentarán ocupar el hueco que han dejado los dos periódicos más importantes de la ciudad, que han reducido sus suscripciones a tres días a la semana. No son los únicos que piensan que alguien, en papel, ocupará el hueco que están dejando los diarios que han decidido batirse en retirada, pero sí de los muy pocos que deciden arriesgar dinero ahora en una empresa así. Seguiremos a la expectativa, porque nosotros no podemos ver el futuro. Intentamos, eso sí, no perdernos detalle del presente, como las páginas del Sopris Sun que os ofrecemos hoy:
Es de suponer que entre sus voluntarios todavía no cuentan con un diseñador, a tenor de las páginas que podéis ver. ¿Seguimos siendo un lujo? Terri Ritchie figura en la mancheta como "page production" y suponemos que bastante debe tener con lograr que textos e imágenes aparezcan impresos con una cierta apariencia de páginas. No sabemos si se debe al ratón de su ordenador o al de Jane Bachracha, que aparece con el curioso cargo de "Jane of all trades", el impresionante anuncio que publican como contraportada, todo un rodeo del salvaje oeste en estilo warholiano. Si quieren transmitir la idea de que aquello es un espectáculo, la página en cuestión es, desde luego, todo un espectáculo. Forma y contenido, pues, reforzándose como mandan los cánones. Lo que no resulta tan coherente es que hallamos oído hablar o leído tan poco de este grupo de ciudadanos periodistas héroes.
De ser cierto el axioma clásico en el periodismo de que no es noticia que un perro muerda a un hombre sino todo lo contrario, un periódico que resucita impreso en papel gracias al esfuerzo desinteresado de una comunidad habría sido noticia en todos los medios, tanto en los que se alimentan de celulosa como en los que lo hacen con píxeles. Pero lo cierto es que de un tiempo a esta parte, largo tiempo ya, los medios de comunicación suelen reproducir, todos, con puntos de luz o en tramas de minúsculas gotas de tinta, las mismas noticias sobre perros mordiendo a hombres, que por eso mismo son menos noticia: que si otro periódico en papel cierra, otro más, otro. Algunos han contado, pocos, con pocas letras y menos imágenes, y nosotros lo hacemos ahora, la historia del hombre que mordió a un perro en las Montañas Rocosas de papel, un periódico que vuelve a imprimirse en una rotativa porque un grupo de gentes lo consideran algo suyo y se rebelan con todo su esfuerzo contra un supuesto futuro "inevitable" que no quieren aceptar. ¿Alguien más se anima?