Ha sido una semana triste. La aurora de Nueva York gime por las inmensas escaleras... Semana triste no porque los miembros del comité de expertos del Diseñario, obra infinita, colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general, nos ofrezcan su última entrega de un año que se va, sino porque se ha ido uno de los hombres más importantes de nuestra cultura, de nuestra música, o de la música universal que alimentó Morente con su genialidad libre, por bulerías y por disonancias, por fandangos naturales. Porque morir es natural, yo no le temo a la muerte, le temo más a la vida.... Para él nuestro homenaje, humilde claro. Para el maestro infinito, colectivo, irreverente, abierto a todos su arte sobre la gente, el sentir y el amor en general.
Ríos. Lo son en sentido metafórico, porque no se conoce de nadie que hubiera nunca diseñado páginas de papel utilizando agua, o bajo el agua, ni tan siquiera mojadas. En un sentido metafórico algo menos elevado que aquellos ríos que son nuestras vidas que van a dar en la mar, que es el morir, tan callando, puesto que hablamos de un efecto algo más que estético que, si se puede, debe evitarse, y que consiste en la aparición de espacios en blanco desproporcionados entre palabras, creados por una separación incorrecta entre ellas a lo largo de varias líneas. Sucede sobre todo en los textos justificados no sólo afeando sino dificultando además la lectura.
En los titulares, el azar, caprichoso como nadie cuando se lo propone, surgen a veces estos ríos de espacios en blanco que fluyen en vertical de una línea a otra como uno de los muchos condicionantes, generalmente desconocidos para los profanos, que hay que sortear para lograr un título perfecto, o bueno a secas sin más pretensiones, tantos (aproximado número de matrices en todas las líneas, particiones adecuadas, número de palabras que permitan un cuerpo adecuado para ese nivel de titulación... y que, encima, todo esto contenga una frase lograda, dotada de significado, de información y de impacto), tantos condicionantes, decíamos, que a veces al componerlos quisiéramos tirarnos a un río. De los que van a dar al mar, claro, que es el morir.
Rutero. Son los encargados de, siguiendo una ruta preestablecida, poner las calles, apagar las farolas y dejar en los armarios adosados a los kioscos los paquetes de periódicos y revistas del día que amanecen todos en los miles de puntos de venta del país. Pueden parecer una parte poco importante dentro del ecosistema periodístico, por lo poco que se habla de ellos y lo casi invisibles que son, pero cuando se quiere bloquear un periódico, el primer paso es evitar que salgan las furgonetas de las rotatitvas. Ellos son la imprescindible "distribución". Si se consiguen bloquear las rutas, el paro está casi asegurado y el periódico no saldrá a pesar de haberse escrito y de haberse impreso. A los ruteros se les puede identificar por las grandes pegatinas de prensa que adornan los parabrisas de sus vehículos, su conducción rápida y sinuosa y por su habilidad para lanzar paquetes de periódicos con una sola mano. Si eres capaz de hacer estas tres cosas, y además te lo permite el "gremio", eres capaz de hacer una ruta.
Entregas anteriores del Diseñario 2.0:
Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Diseñario 2.0 (XLIV): portadilla-putada.
Diseñario 2.0 (XLV): rataplán-rediseño.
Diseñario 2.0 (XLVI): registro-retícula.
En los titulares, el azar, caprichoso como nadie cuando se lo propone, surgen a veces estos ríos de espacios en blanco que fluyen en vertical de una línea a otra como uno de los muchos condicionantes, generalmente desconocidos para los profanos, que hay que sortear para lograr un título perfecto, o bueno a secas sin más pretensiones, tantos (aproximado número de matrices en todas las líneas, particiones adecuadas, número de palabras que permitan un cuerpo adecuado para ese nivel de titulación... y que, encima, todo esto contenga una frase lograda, dotada de significado, de información y de impacto), tantos condicionantes, decíamos, que a veces al componerlos quisiéramos tirarnos a un río. De los que van a dar al mar, claro, que es el morir.
Rutero. Son los encargados de, siguiendo una ruta preestablecida, poner las calles, apagar las farolas y dejar en los armarios adosados a los kioscos los paquetes de periódicos y revistas del día que amanecen todos en los miles de puntos de venta del país. Pueden parecer una parte poco importante dentro del ecosistema periodístico, por lo poco que se habla de ellos y lo casi invisibles que son, pero cuando se quiere bloquear un periódico, el primer paso es evitar que salgan las furgonetas de las rotatitvas. Ellos son la imprescindible "distribución". Si se consiguen bloquear las rutas, el paro está casi asegurado y el periódico no saldrá a pesar de haberse escrito y de haberse impreso. A los ruteros se les puede identificar por las grandes pegatinas de prensa que adornan los parabrisas de sus vehículos, su conducción rápida y sinuosa y por su habilidad para lanzar paquetes de periódicos con una sola mano. Si eres capaz de hacer estas tres cosas, y además te lo permite el "gremio", eres capaz de hacer una ruta.
Entregas anteriores del Diseñario 2.0:
Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Diseñario 2.0 (XLIV): portadilla-putada.
Diseñario 2.0 (XLV): rataplán-rediseño.
Diseñario 2.0 (XLVI): registro-retícula.