lunes, 1 de septiembre de 2008

Diseñario (XXVI)

Al parecer, hoy vuelve a ser un lunes normal, laborable. Odiable e incluso adorable porque hemos oído que existen adictos al trabajo a los que suponemos ayer de fiesta celebrando por todo lo alto el fin de las vacaciones, que hoy se ha consumado. El fin. Por eso desaparece nuestro logo de servicios mínimos que se había instalado ahí a vuestra derecha, nuestra izquierda porque nosotros estamos al otro lado de cada una de las pantallas, y por eso el comité de expertos de encajabaja regresa con una nueva entrega de su afamado Diseñario. Ya sabéis, y a quienes todavía no saben les decimos, esta obra colectiva, irreverente y en absoluto académica sobre el diseño periodístico y la prensa desde donde nosotros lo vivimos, a la que por supuesto estáis invitados a participar a través del correo o de comentarios en el blog. Bienvenidos, pues, a nuestra imprevisible normalidad.





N


Negrita. Letra de anchas caderas, labios carnosos, formas generosas y abundantes... de piel oscura. Acostumbrada a vivir en los titulares y a colarse entre las de su mismo cuerpo en redonda, dentro de un texto, para destacar una palabra, un nombre propio la mayor parte de las veces.
No es un tipo de letra, una familia, como lo son Times o Helvética (citamos las clásicas, pero conocemos alguna más, ¿eh?); es un estilo dentro de cada una de las familias o tipos. Una variante de cada una de ellas. Así, existe la Times redonda y la Times negrita, de anchas caderas, labios... y la Helvética redonda y la Helvética negrita (y la cursiva, la fina, las condensadas, y demás, que también son estilos que las familias tienen o no, porque no todas las familias están diseñadas con todos los parientes posibles). Redonda, negrita y cursiva son los tres principales y fundamentales que prácticamente todas las tipografías diseñadas para componer textos tienen.
Tampoco es una letra redonda engrosada tal cual, de hecho los ordenadores pueden hacer con suma facilidad lo de engordar a capón cualquier cosa que hayáis seleccionado (sí, aplicando al texto seleccionado esa letrita "B" de la mayoría de los programas, de "bold" que es como llaman en inglés a las carnosas negritas), e incluso hay insensatos que lo aplican. Es un estilo diseñado así por los tipógrafos, partiendo de los caracteres en redonda y creando otros nuevos de mayor grosor y peso dentro del mismo cuerpo con resultados desiguales para cada familia (igual sucede con las cursivas).
A pesar de su color oscuro no ha sufrido discriminación excepto por algún que otro exquisito, alérgico a que se "ensucien" lo más mínimo sus textos, ese gris uniforme que buscan en las páginas, e incluso los titulares que se tienen por más elegantes si están compuestos en redonda o en cuerpos grandes de letras ultrafinas, el no va más en una de esas modas pasajeras de hace poco. Nuestro admirado Tschichold, iracundo y brillante tipógrafo escribe sobre "la frecuencia excesiva con la que aparece en revistas y periódicos, en los que sería mejor destacar poco y renunciar a la seminegra (se refiere a la negrita) y al espaciado de letras. Para los titulares es suficiente un cuerpo mayor que la letra base escogida, y para resaltar en el propio texo tenemos la cursiva (...) Su efecto (el de la negrita) es pesado, estrepitoso y con gran frecuencia parecen un signo de poca seguridad". Pero esto es la excepción porque ya os decíamos que no ha sufrido apenas discriminación, sino casi lo contrario hasta el punto de que lo normal no es la falta absoluta y aburda de su uso, sino su abuso. Y entonces sí que se empastan las páginas, se emborronan, se empapan de tinta hasta empacharnos cuando nos obligan a leer todo un texto en negrita como nos empacharíamos comiendo chocolate negro a dos carrillos. No obstante, en la prensa se utilizan textos en negritas para destacar pequeños apoyos y distinguirlos del texto principal en redonda; pequeñas llamadas, pequeñas, centros de atención pequeños... un bombón, no una tableta entera.

No. Gritemos todos juntos: ¡No! ¡Más fuerte!

Noticia. Una vez escuchamos que noticia es algo que alguien, en algún lugar, intenta ocultar. Seguro que hay muchas más definiciones, tantas como periodistas dispuestos a buscarlas.


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.

1 comentario:

Nico Sangrador dijo...

Una manera espléndida de volver a la carga, con una nueva edición del Diseñario.

Bienvenidos de nuevo