Sucede cada vez que nos apartamos un milímetro o dos, arriba o abajo, de los supuestos cánones establecidos. La última vez, la semana pasada cuando dimos nuestro humilde apoyo a Obama. Al escribir ya las primeras líneas de algún artículo así, sabemos que habrá algún comentario, generalmente de un tal anónimo aunque tampoco faltan quienes sí se identifican de alguna manera al estilo R2D2, recriminándonos que hablemos de algo que no sea, exclusivamente, de diseño: "¿Pero no es esto un blog de diseño?"
Sí, es un blog de diseño... de Prensa y diseño, como dice el corchete que podéis ver junto a nuestro encajabaja de la cabecera. Lo que sucede es que el diseño en sí, aislado de todo lo demás, no existe. Siempre se diseña algo, una página que trata de algo en nuestro caso. Y desconocer de qué habla esa página supone, lisa y llanamente, la imposibilidad de diseñarla. A estos comentaristas de mirada algo rígida y planteamientos un tanto acotados, tal vez jóvenes en el comienzo de su andadura profesional a quienes seguramente la experiencia les vaya abriendo caminos, si son inteligentes para verlos como estamos seguros que nuestros lectores son, hay que hacerles notar que si no conocemos los contenidos que diseñamos, difícilmente nuestro diseño tendrá sentido. Puede quedar bonito, podemos convertirnos en todos unos "paginitas", pero dudo mucho que consigamos el primero de nuestros objetivos: informar. Mi muy querido colega y miembro del equipo de encajabaja Javier Vidal lleva años repitiendo que "maquetar es informar" y, ¡coño!, aunque sólo sea por el tiempo y el empeño que pone en la copla, ¡hagámosle un poco de caso! Porque es que, encima, tiene razón.
Si no estamos al corriente de la actualidad informativa más elemental no podremos nunca decidir, por ejemplo, qué fotografía es más pertinente para abrir una página con ella, por "muy mona" que nos quede otra que no sirve para el propósito informativo. No digo que dejemos de lado valores estéticos que sirven para atraer la atención del lector, no. Pero siempre subordinados a la función informativa.
Claro que para poder informar, hay que estar previamente informado. Recuerdo especialmente a nuestro colega Baruch de Visualmente (entre mil ocupaciones más), y con quien nos une un cariño entre hombres que está empezando a resultarnos sospechoso (suponemos que también a él), recomendando a los asistentes al II Seminario de Diseño Periodístico que se celebró entre el 24 y el 26 de septiembre del año pasado en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, que "vean películas, escuchen música, lean libros, periódicos, revistas, prospectos, vean las noticias, la televisión, vean todo", porque de todo se nutre el diseño. Sin nada, el diseño es nada, es "paginismo" vacío, no existe, hemos dicho ya, creo.
Por eso, porque creemos en ello desde hace unos cuantos años ya (¡ay del tiempo que no se detiene!) y porque encima nos lo corroboró el maestro Baruch, encajabaja, sabiendo de antemano que algún comentario en contra tendrá (otros saldrán en defensa, todo hay que decirlo) va a seguir hablando de fotografía, de literatura, de exposiciones de pintura o exposiciones de lo que sea, de política, de periodismo en general evidentemente, de cómics, de cine, de música, de lo que queramos y queráis... de todo. Porque es un blog de diseño.
Sí, es un blog de diseño... de Prensa y diseño, como dice el corchete que podéis ver junto a nuestro encajabaja de la cabecera. Lo que sucede es que el diseño en sí, aislado de todo lo demás, no existe. Siempre se diseña algo, una página que trata de algo en nuestro caso. Y desconocer de qué habla esa página supone, lisa y llanamente, la imposibilidad de diseñarla. A estos comentaristas de mirada algo rígida y planteamientos un tanto acotados, tal vez jóvenes en el comienzo de su andadura profesional a quienes seguramente la experiencia les vaya abriendo caminos, si son inteligentes para verlos como estamos seguros que nuestros lectores son, hay que hacerles notar que si no conocemos los contenidos que diseñamos, difícilmente nuestro diseño tendrá sentido. Puede quedar bonito, podemos convertirnos en todos unos "paginitas", pero dudo mucho que consigamos el primero de nuestros objetivos: informar. Mi muy querido colega y miembro del equipo de encajabaja Javier Vidal lleva años repitiendo que "maquetar es informar" y, ¡coño!, aunque sólo sea por el tiempo y el empeño que pone en la copla, ¡hagámosle un poco de caso! Porque es que, encima, tiene razón.
Si no estamos al corriente de la actualidad informativa más elemental no podremos nunca decidir, por ejemplo, qué fotografía es más pertinente para abrir una página con ella, por "muy mona" que nos quede otra que no sirve para el propósito informativo. No digo que dejemos de lado valores estéticos que sirven para atraer la atención del lector, no. Pero siempre subordinados a la función informativa.
Claro que para poder informar, hay que estar previamente informado. Recuerdo especialmente a nuestro colega Baruch de Visualmente (entre mil ocupaciones más), y con quien nos une un cariño entre hombres que está empezando a resultarnos sospechoso (suponemos que también a él), recomendando a los asistentes al II Seminario de Diseño Periodístico que se celebró entre el 24 y el 26 de septiembre del año pasado en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, que "vean películas, escuchen música, lean libros, periódicos, revistas, prospectos, vean las noticias, la televisión, vean todo", porque de todo se nutre el diseño. Sin nada, el diseño es nada, es "paginismo" vacío, no existe, hemos dicho ya, creo.
Por eso, porque creemos en ello desde hace unos cuantos años ya (¡ay del tiempo que no se detiene!) y porque encima nos lo corroboró el maestro Baruch, encajabaja, sabiendo de antemano que algún comentario en contra tendrá (otros saldrán en defensa, todo hay que decirlo) va a seguir hablando de fotografía, de literatura, de exposiciones de pintura o exposiciones de lo que sea, de política, de periodismo en general evidentemente, de cómics, de cine, de música, de lo que queramos y queráis... de todo. Porque es un blog de diseño.
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