Aunque nadie los vio por el lugar y, por tanto, sus identidades siguen siendo un enigma, los miembros del equipo de expertos de encajabaja no dejaron de asistir un año más a las XII Jornadas de Fotoperiodismo, Edición y Diseño en Prensa que se celebran en la Universidad CEU-San Pablo de Madrid. Convertidos ahora en fieles admiradores del fotoperiodista Navia no por ello dejan de acudir a su fiel cita con nosotros para ofrecernos una nueva entrega de su Diseñario, obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodísticos y la prensa.
V
Vender. Cualidad innata de la que gozan ciertos individuos y que aplicada al campo del diseño y/o del periodismo consiste fundamentalmente en encargarte tú mismo de hacer ver a los demás que lo que tú haces es mejor que lo que hacen el resto de los mortales en el mismo campo. Es una facultad que te permite valorar o sobrevalorar incluso tu trabajo sin un ápice de vergüenza, de convencer a quien te paga o te contrata de la suerte que tiene por contar contigo. Requiere un ego fuerte, robusto mejor; dureza también de rostro y falta de los sentimientos de modestia, humilad o rubor. Unas dosis de encanto personal ayudan.
Hay que puntualizar que la capacidad de hacer valorar tu trabajo, de saber venderlo, no es en absoluto algo criticable, faltaría más. Es incluso necesario para hacerlo llegar a los demás y, en muchas ocasiones, para recibir el justo y reconfortante reconocimiento. Algunas zonas concretas de España y de América Latina también, tienen la suerte de producir diseñadores con esta cualidad. No hace falta ser explícito geográficamente porque todos sabemos de quién estamos hablando.
El reverso tenebroso de esta cualidad es contra lo que hay que estar prevenido, porque cuando lo que se vende es sólo humo, cáscara sin contenido, artisteo barato, cara dura y decoración en vez de diseño de la información, entonces nos encontramos frente al vendemotos, espécimen del que estamos seguros que no se libra ninguna de las actividades humanas, en especial las remuneradas, y que tanto daño ha hecho, y hace, al diseño.
Vendemotos. Sujeto de quien ya hemos hablado en la voz anterior y del que no tenemos ganas de volver a hablar. Nunca.
Versales. Sinónimo de mayúsculas, caja alta o letras capitales (que no capitulares). Llamadas así porque tradicionalmente se componía en mayúsculas el comienzo de cada verso. Idóneas para titulares llamativos sobre hechos importantes, como en artículos sobre celebraciones deportivas, crisis económicas, ataques terroristas, corrupciones varias y otros. Como generalidad, representación del grito, la exclamación, la sorpresa y el exceso en prensa. Mucho más útiles y empleadas en revistas y magazines que en la prensa diaria. Una mayúscula aúlla más, pero es menos rica, es más obvia pero tiene menos detalles que la tipografía en caja baja. Usar las versales es más fácil; si el diseñador-maquetador aprende antes a componer e impactar (sin dejar de informar) en caja baja, su uso de las versales posiblemente será más apropiado.
Versalitas. Decir que una versalita es una versal pequeñita podría parecer a primera vista toda una tontunez perogrullesca, pero es que resulta ser cierto. Una versalita es una letra versal más pequeña que las versales, es decir es una letra en mayúscula con el tamaño aproximado de las minúsculas de ese cuerpo. En cuerpos pequeños, hasta 14 puntos más o menos y dependiendo del tipo de letra, las versalitas se suelen componer en dos cuerpos inferiores al que estemos utilizando, aunque los puristas las denominen "pseudoversalitas" porque así también bajamos indebidamente su grosor y por eso prefieran utilizar las que están diseñadas ex profeso... siempre que el tipo de letra en cuestión las tenga, porque lo normal es que no se incluyan. Otra tercera opción, mucho más cómoda que las anteriores, es utilizar las "versalitas electrónicas" que ofrecen los programas informáticos (seleccionas y listo), siempre que a uno no le importe ser un chapuza.
Las versalitas se utilizan generalmente junto a las versales (en "versales y versalitas", se llama a los textos, cortos, siempre cortos, muy cortos, así compuestos), utilizando las versales para lo que debiera ir en mayúscula y las versalitas para las minúsculas. En las artes gráficas de calidad, los siglos van siempre en versalitas, y en general los números romanos, y también se utilizan para jerarquizar distintos niveles de títulos (de manera clásica: versales en negrita, versales cursiva, versales redonda, versalitas en negrita, etc.), nombres propios en bibliografías o listados (minúsculas enfatizadas) y también en folios, cintillos y demás elementos que quieran enfatizarse de una manera sutil, pero las últimas tendencias diseñísticas utilizan el criterio de las pongo cuando quiero porque me parece bonito.
Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.
Diseñario (XLIX): tipografía-track.
Diseñario (L): U-umbral de descojonamiento.
Hay que puntualizar que la capacidad de hacer valorar tu trabajo, de saber venderlo, no es en absoluto algo criticable, faltaría más. Es incluso necesario para hacerlo llegar a los demás y, en muchas ocasiones, para recibir el justo y reconfortante reconocimiento. Algunas zonas concretas de España y de América Latina también, tienen la suerte de producir diseñadores con esta cualidad. No hace falta ser explícito geográficamente porque todos sabemos de quién estamos hablando.
El reverso tenebroso de esta cualidad es contra lo que hay que estar prevenido, porque cuando lo que se vende es sólo humo, cáscara sin contenido, artisteo barato, cara dura y decoración en vez de diseño de la información, entonces nos encontramos frente al vendemotos, espécimen del que estamos seguros que no se libra ninguna de las actividades humanas, en especial las remuneradas, y que tanto daño ha hecho, y hace, al diseño.
Vendemotos. Sujeto de quien ya hemos hablado en la voz anterior y del que no tenemos ganas de volver a hablar. Nunca.
Versales. Sinónimo de mayúsculas, caja alta o letras capitales (que no capitulares). Llamadas así porque tradicionalmente se componía en mayúsculas el comienzo de cada verso. Idóneas para titulares llamativos sobre hechos importantes, como en artículos sobre celebraciones deportivas, crisis económicas, ataques terroristas, corrupciones varias y otros. Como generalidad, representación del grito, la exclamación, la sorpresa y el exceso en prensa. Mucho más útiles y empleadas en revistas y magazines que en la prensa diaria. Una mayúscula aúlla más, pero es menos rica, es más obvia pero tiene menos detalles que la tipografía en caja baja. Usar las versales es más fácil; si el diseñador-maquetador aprende antes a componer e impactar (sin dejar de informar) en caja baja, su uso de las versales posiblemente será más apropiado.
Versalitas. Decir que una versalita es una versal pequeñita podría parecer a primera vista toda una tontunez perogrullesca, pero es que resulta ser cierto. Una versalita es una letra versal más pequeña que las versales, es decir es una letra en mayúscula con el tamaño aproximado de las minúsculas de ese cuerpo. En cuerpos pequeños, hasta 14 puntos más o menos y dependiendo del tipo de letra, las versalitas se suelen componer en dos cuerpos inferiores al que estemos utilizando, aunque los puristas las denominen "pseudoversalitas" porque así también bajamos indebidamente su grosor y por eso prefieran utilizar las que están diseñadas ex profeso... siempre que el tipo de letra en cuestión las tenga, porque lo normal es que no se incluyan. Otra tercera opción, mucho más cómoda que las anteriores, es utilizar las "versalitas electrónicas" que ofrecen los programas informáticos (seleccionas y listo), siempre que a uno no le importe ser un chapuza.
Las versalitas se utilizan generalmente junto a las versales (en "versales y versalitas", se llama a los textos, cortos, siempre cortos, muy cortos, así compuestos), utilizando las versales para lo que debiera ir en mayúscula y las versalitas para las minúsculas. En las artes gráficas de calidad, los siglos van siempre en versalitas, y en general los números romanos, y también se utilizan para jerarquizar distintos niveles de títulos (de manera clásica: versales en negrita, versales cursiva, versales redonda, versalitas en negrita, etc.), nombres propios en bibliografías o listados (minúsculas enfatizadas) y también en folios, cintillos y demás elementos que quieran enfatizarse de una manera sutil, pero las últimas tendencias diseñísticas utilizan el criterio de las pongo cuando quiero porque me parece bonito.
Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.
Diseñario (XLIX): tipografía-track.
Diseñario (L): U-umbral de descojonamiento.
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