Pocos de los que van a leer estas líneas han tenido la oportunidad de conocer a Valentina, una zaragozana de Asín, un pequeño pueblo cercano a Ejea de los Caballeros. Pero muchos conocemos a Valentina, tipografía homónima que ha creado Pedro Arilla, diseñador gráfico y nieto de Valentina, y que es un sentido homenaje a su abuela, que se marchó hace unos cuantos años.
Para los que todavía no la conozcan, Valentina, la tipo, es fruto de un empujón creativo que supuso para Pedro tener que hacer un proyecto de fin de Diplomatura en la Escuela de Diseño de Aragón. Este empujón sacó del cajón un experimento que Pedro tenía entre manos y que a la vez era un reto personal al que quería enfrentarse desde hace tiempo: intentar hacer una Bodoni pero con el condicionante de que el tipógrafo italiano hubiera nacido en Castilla en lugar de en Saluzzo (Italia). Es decir, españolizar una tipografía de marcado acento italiano, porque según Pedro, los tipos "están claramente influenciados por el lugar y la época en que se hacen".
Con estos ingredientes, y bebiendo a sorbos del Quijote que realizó el impresor maño Joaquín Ibarra en 1780, nació Valentina, una didoni esbelta, con ligaduras elegantes, un fuerte contraste entre trazo fino y grueso y muy vertical, como el ingenioso Hidalgo.
Hasta llegar aquí, más de 700 horas de trabajo para trasladar de la mente al ordenador, con el paso en papel intermedio, todos los caracteres de Valentina. En el proceso de documentación, Pedro llegó a bucear hasta en las "firmas en papel y bordados en sábanas" de su abuela. Pero en Valentina no hay nada de Valentina. El material que recopiló Pedro no daba para este proyecto, aunque sí para otros. Todavía no está muy claro cuáles, porque entre las manos y cabeza de Pedro está hacer una tipografía de palo, "algo totalmente distinto a Valentina" aunque sin dejar de lado a su primera criatura tipográfica. Está en proyecto, futuro, muy futuro, hacer una bold y una itálica que acompañen a Valentina en esta "familia" que acaba de nacer.
Mientras tanto, más de 3.000 7.500 personas han descargado ya Valentina, concebida para "titulares de prensa escrita, logotipos y carteles", porque en tamaños menores a 36 puntos no funciona tan bien como el propósito original para la que está concebida.
Pedro ha recogido en un cuidado libro todos los tipos que componen Valentina, además de varios pangramas.
No sabemos si Valentina sería capaz de distinguir esta tipografía se la hubiera llegado a ver impresa en, por ejemplo, el Heraldo de Aragón. Imaginamos que sí. Lo que sí sabemos seguro es que su memoria perdurará cada vez que alguien pinche en su nombre en el selector de fuentes.