viernes, 28 de octubre de 2016

Albert Camus, periodista

Saben una cosa, no se lo digan a nadie pero yo no sabía que Albert Camus había sido periodista. Y eso yo, que he leído y admiro algunas de sus novelas como 'El extranjero', que me interesa especialmente el periodismo porque es lo que estudié en la Universidad y porque desde entonces he trabajado en varios periódicos e incluso en la radio, que leo sobre periodismo y que tengo unos poquitos libros sobre periodismo o escritos por periodistas. Así que imagínense el común de los mortales, universitarios incluidos. Esas lagunas terribles en nuestra cultura, esos olvidos interesados o fruto del desinterés. Y no lo sabía, entre otras cosas,  porque ningún maestro me lo había enseñado, porque ningún veterano cuando yo empezaba me puso en la pista, porque ni en la Facultad de Periodismo me hablaron de la faceta periodística de Camus siendo ésta, tal y como he descubierto ahora gracias a este libro del que hoy les hablo, una labor "profesional y a tiempo completo", importantísima. 



Tanto, que muchas de las citas periodísticas clásicas que se atribuyen a las grandes firmas del periodismo presente o pasado, García Márquez, Kapuscinski... son en realidad frases de Camus, o bien inspiradas en él, en sus libros, en sus artículos, en sus reflexiones sobre esta profesión. "La más bella del mundo", tal y como nos explicó Antonio Rubio en la presentación del libro 'Albert Camus, periodista', escrito por María Santos-Sainz y editado por Libros.com, en una agitada noche madrileña con el centro de la ciudad al borde del colapso por la confluencia de un debate de investidura en el Congreso, otro, y de una manifestación, otra, contra la Ley de Enseñanza, otra. El lugar, nada más y nada menos que la periodística calle de Larra, en el mítico inmueble de diarios como La Voz (1907), El Sol (hasta la década de los 30 del siglo XX) y tras la Guerra Civil Arriba y Marca, edificio histórico y precioso convertido ahora en Fundación Diario Madrid.

De izda. a dcha., Jesús Maraña, María Santos-Sainz, Antonio Rubio, Edwy Plenel y Elena Muñoz, encargada del entendimiento de las lenguas francesa y española (gran , y difícil, labor).

Gran éxito de asistencia (foto Libros.com twitter).

(Foto Libros.com twitter)


La auténtica sorpresa de la noche para mí, porque con Rubio y Maraña he trabajado y sé quién son y el nivel de excelencia que gastan, fue la intervención de Edwy Plenel, autor del magnífico prólogo del libro, director del medio digital francés Mediapart (socio del medio español Infolibre), digital y de calidad, y de pago, "la única forma de hacer periodismo riguroso e independiente", afirmó.

Pero afirmó mucho más, que "vivimos en peligro" entre un mundo viejo "con poderes económicos, políticos y una oligarquía que se está hundiendo" y uno nuevo que "quiere salir a la superficie". Y en este escenario "los adversarios del periodismo quieren debilitarlo". Una de las maneras más eficaces para conseguirlo, según Plenel, es convirtiendo la información "en entretenimiento", además de con "el bla, bla, bla de la opinión. Nuestra misión no es la opinión, sino verificar los hechos, contar la verdad. Mientras que el arma del entretenimiento es cambiar esa verdad de los hechos por distintas verdades de distintas opiniones". Plenel citó a Hannah Arendt para recordar que "sin la verdad de los hechos no hay democracia real. Y ése es el auténtico desafío actual que tiene el periodismo. La democracia no es sólo el derecho de voto, sino saber la verdad de lo que ocurre para poder votar".

El director de Mediapart, en un tono apasionado y contagioso concluyó recordando que "Camus propuso esos principios periodísticos que ahora hacen falta cuando dirigió el periódico Combat tras la Segunda Guerra Mundial". Lean el prólogo de este libro escrito por este gran periodista francés. Lean.

Antonio Rubio (izda.) y Edwy Plenel.


También Jesús Maraña, director de Infolibre, insistió en "la absoluta vigencia del pensamiento periodístico de Camus". Y lo resumió en diez puntos: el respeto a los lectores. La autocrítica permanente al oficio. La calidad, la necesaria obsesión por "elevar el lenguaje". Verificar, contrastar, el rigor. La humildad, puedes equivocarte, "algo que nos hace mucha falta en nuestro país". No informar el primero sino informar mejor, "¡ya en los años 40 del siglo XX Camus alertaba contra este mal que nos parece de ahora". La necesaria independencia económica de la prensa, estar al servicio sólo de los lectores. Ser refractario a todo dogmatismo, huir del sectarismo —no hay que comentar nuestro panorama actual, ¿verdad?—. Practicar un periodismo de ideas, crítico, comprometido o 'intencional', "pero a partir de los datos, que son sagrados, y luego el compromiso: no hay que ser neutral para ser independiente, qué tendrá que ver". Y, por último, declarar la guerra a la banalidad, "al entretenimiento, aunque el humor no es incompatible, por supuesto, con un periodismo de calidad".

Jesús Maraña y María Santos-Sainz.


María Santos-Sainz (profesora de Periodismo en la Universidad de Bordeaux, periodista con una larga trayectoria y autora de varios libros más), nos contó que este libro nació durante un trabajo anterior que todavía está inconcluso: estudiando a editorialistas franceses descubrió que no había una obra así, sobre la faceta periodística de Camus, ni en España, ¡ni en Francia! Por eso se lanzó de lleno a este proyecto que es periodístico y es académico por el manejo y el rigor de las fuentes que cita y los datos que aporta. Sus palabras fueron sobre todo agradecimientos "porque lo que tenía que decir está en el libro".

Concluyó Antonio Rubio, ameno maestro de ceremonias, entrada ya la noche: "¿qué tipo de periodismo haría hoy Camus? Sin ninguna duda, periodismo de investigación y de crítica social, de denuncia, de levantar las alfombras del poder y la corrupción. Y lo haría con datos, como lo hizo entonces en la Cabilia", porque el periodismo de datos, nos recuerda bien este referente del periodismo de investigación en España, "no se ha inventado ahora".


'Albert Camus, periodista' es el último título de la colección 'Investigacion' de la editorial Libros.com, dirigida por el mencionado Antonio Rubio y dedicada evidentemente al periodismo de investigación. Han publicado hasta el momento títulos más que necesarios para recuperar a los maestros del periodismo como 'Luis de Oteyza, el oficio de investigar', o grandes reportajes periodísticos sobre la trama de los ERE en Andalucía o la trama Gürtel en la línea, precisamente, del periodismo que defendía con pasión Camus.

No puedo terminar, como muestra de la asombrosa actualidad de Camus, sin la cita que recoge Plenel en su prólogo del libro de un fragmento del discurso de Camus al recoger el Premio Nobel: "Cada generación se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará, pero su tarea es quizás mayor. Consiste en evitar que el mundo se deshaga".

Enlaces a otros artículos sobre 'Albert Camus, periodista':

'Un país vale lo que vale su prensa', tribuna del director de El Mundo, Pedro G. Cuartango.
'¡Alerta! Camus periodista', por Antonio Rubio en El Mundo.
'Albert Camus y el periodismo comprometido con la verdad y la justicia, por David Martínez Pradales en Nobbot.
'Lo que enseñó Camus al periodismo de hoy', por Clara Morales, en Infolibre.
'Albert Camus, periodista cabal', por José María Plaza en El Mundo.
Entrevista a María Santos-Sainz sobre 'Alber Camus, periodista' en el programa de Radio Nacional 'El ojo crítico'




viernes, 14 de octubre de 2016

Ahora... o nunca

Esta es la última portada, con fecha de hoy, del último periódico nacido en Madrid, que Ahora fallece, con tan sólo un año de vida.




Ahora ha sido el ¿último? intento de hacer un periódico impreso en papel en mi ciudad. Impulsado por el veterano periodista Miguel Ángel Aguilar —a cuyas órdenes trabajé hace más de 20 años en el diario El Sol, un proyecto maravilloso que apenas nos duró año y medio pero a través del cual pude entrar en este mundo fascinante y doloroso de la prensa impresa que tanto amo—, dirigido por Ramón González Férriz y con una plantilla de unas 20 personas, 12 de ellas periodistas. Tenía una tirada de 15.000 ejemplares, 5.000 de ellos vendidos en los kioskos y 1.200 mediante suscripciones, según los datos que aporta Rubén Arranz en Vozpópuli.



En el número anterior, publicado el viernes pasado porque Ahora es, era, una publicación semanal en formato sábana, se informaba a los lectores del "acuerdo de disolución y cierre del periódico" decidido en una Junta extraordinaria de los accionistas de 'Papel Futuro 2014, SL', empresa editora con sede en la calle Larra, mítico lugar por su relación con el periodismo impreso en Madrid durante todo el siglo XX. Se aportan también datos económicos que justifican esta media y la Junta "lamenta la desaparición del periódico en momentos que parecen hacerlo más necesario".

Estoy de acuerdo. Porque, saben, de haber dependido de mí el sacar a la calle un periódico en estos tiempos, habría hecho un proyecto así. Un diario bien diseñado, proyecto del talentoso Fernando Rapa Carballo, bien impreso en un formato interesante y distinto, en un papel de calidad en el que la lectura está por encima de todo, incluso con un cuerpo de letra mayor que el habitual en la prensa. Un periódico para leer. Para quienes nos gusta la lectura. Centrado en política, economía y cultura, justo aquello que más me interesa. Con temas de fondo para comprarlo una vez a la semana y leerlo con calma durante distintos días. Una sección de Cultura que, para mí, era de las mejores en la prensa actual y eso teniendo en cuenta su corta trayectoria.



En fin... Que lo han hecho todo bien, y no ha servido. Que lo me que interesa, no parece interesarle a esta sociedad, o no de la manera suficiente como para que sea sostenible económicamente. Que nos empobrecemos. Que lo gratis no basta. Que lo pagaremos.

Para mí es una muy triste noticia el cierre prematuro de Ahora y sólo me queda dar la enhorabuena y las gracias a ese equipo periodístico que con su trabajo de excelencia nos ha ofrecido bien entrado el siglo XXI nada más y nada menos que un periódico.




Ahora se despide de ustedes