lunes, 23 de junio de 2014

Si hay foto... distinta...

No todas las portadas fueron iguales, aunque parece que hay quien sí escribe tuits siempre iguales diciendo que todas las portadas son iguales... sin detenerse a mirarlas. O mirándolas sin saber ver, que también. Y quien no ve... Claro que para que no sean iguales es necesario apostar por la calidad y contar con fotógrafos de mucho nivel que consigan fotografías que no sean la misma, únicas.  Es necesario un fotón así, por ejemplo:


¿Cómo se consigue una fotografía así? ¿No haciendo lo que hacen los demás? Nos lo cuenta el propio Carlos García Pozo, su autor, gran tipo de Bilbao y grandísimo fotero (y editor gráfico, circunstancias que no siempre se dan en la misma persona) en 'Historia de esta foto'.


jueves, 12 de junio de 2014

Si no hay foto... también puede haber página

Suponíamos que no íbamos a tener buenas imágenes el primer día en el que salieran las páginas especiales dedicadas al Mundial de Fútbol de Brasil, el lunes de esta semana. No había deporte ese día, partidos, entrenamientos...

Y, efectivamente, así fue:


Porque esta era la 'mejor' de las imágenes que nos llegaron para hacer la primera apertura de las páginas especiales. Compusimos con ella la portada y...



...como era de esperar, la cosa no funcionó demasiado. El corte no puede ser otro en este formato, lo que ocasiona un exceso de cielo, demasiado azul en la parte superior. Todo está descompensado. Tal vez utilizando el bloque de titulares en esa parte superior de la fotografía pudiéramos aprovechar mejor el espacio y repartir mejor los elementos.



Pero el resultado es mucho peor. El título y la propia cabecera de la portada 'compiten' y se anulan de manera recíproca. 'Aplasta' además a los jugadores. El desequilibrio aumenta. ¿Qué hacer? Ninguna opción es buena.

¿Y si buscamos otra foto 'peor'?



Decimos que es 'peor' porque si comparamos las imágenes antes de su puesta en página, vemos que aquí están más lejos los personajes. Ocupan menos espacio, se les ve menos y la imagen pierde fuerza. Y es entonces cuando entra en acción la edición gráfica de la que tanto os solemos hablar. Colocamos la fotografía en página, cortamos, encuadramos y...


¡Bingo! Al tener más espacio por debajo de los futbolistas, podemos colocarlos en la parte superior de la página, hay foto por debajo para editarla así y se puede eliminar el anterior exceso de cielo. La barandilla está ahora en una posición más vertical y en el centro de la imagen lo que potencia el efecto de que suben, de que España va hacia arriba en el momento de salir hacia Brasil. Por si fuera poco, la fotografía nos 'deja sitio' en la parte inferior derecha para colocar el bloque de titulares compensándolo de manera perfecta con la cabecera y equilibrando del todo la página. Para remate, que haya más imagen por debajo supone que queden en primer plano esa maravillosa estrellita de campeones del Mundo junto al logotipo de Brasil 2014 en la maleta de Diego Costa.

Aunque dominar las herramientas ayude, y sea necesario (y relativamente fácil de aprender), este trabajo nuestro no consiste en conocer todos los entresijos de Quark o InDesing, ni abarcar nosecuantosmil programas distintos con sus distintas actualizaciones; ni HTML5 o CSS3 si hablamos de pantallas, se trata de saber qué elementos utilizar y dónde colocarlos. Casi nada y en realidad prácticamente todo (y no relativamente fácil). En el caso práctico que hoy comentamos, pura edición gráfica, sacar petróleo de la nada, como solemos decir en estas ocasiones. Constatar que a golpe de edición podemos lograr que incluso cuando 'no hay foto... puede haber página'.

Hoy comienza el Mundial de Brasil, y no os perdáis todo el trabajo (muuuuucho) de diseño y contenidos que estamos haciendo en estas páginas especiales.







martes, 10 de junio de 2014

Punto, set y... portadilla

Nueve veces ya. Nueve veces ha conquistado Rafa Nadal la tierra batida de la pista de Roland Garros. Y nueve veces son las que hemos tenido que abrir (bendito problema) con el coloso manacorí.

En la novena decidimos ir un paso más allá en el diseño respecto a las anteriores siguiendo el signo de los tiempos que estamos viviendo en la redacción: un periódico más espectacular, con una gran edición gráfica y con un peso muy importante en lo visual (ya sea con imágenes o con tipografía).

De esta manera, si ganaba Rafa Nadal había que apostar por una portadilla póster para el suplemento DXT, la revista de deportes de El Mundo que sale los lunes. Sólo con la victoria de Nadal haríamos este tipo de portada que ya hicimos con una entrevista exclusiva a Fernando Torres y con la Décima Copa de Europa del Real Madrid.

Y Rafa Nadal ganó, porque Rafa nunca falla, Rafa siempre está ahí, raquetazo a raquetazo hasta el punto final. En la redacción se vivió como si fuera su primera victoria en el torneo parisino. Hasta aquí llegó el sufrimiento de un Nadal que estaba lejos de su mejor momento.

Tras la victoria tocaba jugar nuestro propio partido: elegir la fotografía para ilustrar la portadilla y las 5 páginas interiores de la conquista del tenista español.

Las fotos van llegando poco a poco a la línea y Carlos García Pozo, gran editor y mejor fotógrafo nos iba surtiendo de las fotografías que él consideraba las mejores para el suplemento. A su vez, nosotros íbamos viendo las fotos y probando con algunas de ellas.

Así, llegamos a nuestra primera opción de portadilla, una gran foto (de las cientos, malas, buenas y buenísimas que vimos).


Era una portadilla perfecta, una foto magnífica y una composición que funcionaba perfectamente.
Pero siguen entrando fotos, fotones y vamos cambiando la portadilla en busca de la mejor foto. Nuestra segunda opción era este fotón abrazado a su tesoro, la copa de los Mosqueteros.


Y llegó una tercera.


Y dejamos de mirar, porque teníamos tres fotazas. Tres gestos de Rafa Nadal insuperables. Ahora toca elegir. El debate se centró rápido en las dos últimas. La primera era buenísima, pero no llegaba a la altura de las otras dos imágenes de Nadal emocionado, abrazado a un sueño y derramando lágrimas de alegría.

Como no era sólo la fotografía, había que ver cuál funcionaba mejor puesta en página. Y ahí ninguno de los tres, Mario Benito, Carlos García Pozo y un servidor no teníamos duda: la de Rafa abrazado a la copa funcionaba perfectamente puesta en página. La composición era perfecta, la copa centrada en la imagen, el título debajo, sin molestar, la mirada de Rafa dentro de la copa, la arcilla reflejada en el trofeo. Era la foto para conseguir el punto, el set y la portadilla del más grande la historia: Rafael Nadal Perera.


En la doble página interior, la edición gráfica por sí sola está contando el partido. Las imágenes nos informan en la primera mirada a la página, al instante, de la derrota de Nole y del esfuerzo de Rafa. Además, el gran tamaño de la imagen principal aporta la espectacularidad que tiene el deporte. Si hay imágenes... hay páginas.

P.D. Aquí os dejamos las otras 8 portadillas de la sección de Deportes de los otros tantos Roland Garros de Nadal (pulsa sobre la imagen para verla más grande).


Luis Blasco y Mario Benito