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miércoles, 8 de febrero de 2012

Presente y futuro del diseño periodístico

Un privilegio, el que hemos tenido esta mañana en la Universidad Rey Juan Carlos del sur de Madrid, al asisitir a la conferencia del maestro Fermín Vílchez, autor de esa obra de referencia sobre la historia del Diseño periodístico español de la que os dimos noticia un poco antes de que saliera al mercado y cuya primera edición está ya agotada (tranquilidad porque está en imprenta la segunda edición), conferencia titulada "Presente y futuro del diseño periodístico". Y otro privilegio más, el que hemos disfrutado después durante la comida junto a otros profesionales y académicos del diseño periodísitico y la tipografía (entre los que estaban Paco Martín, pionero de los estudios universitarios sobre diseño periodístico en la Complutense; Laura González, profesora de diseño periodístico en el CEU y muy querida amiga de encajabaja, Herminio J. Fernández, jefe de diseño del diario Público y coeditor del gran blog amigo y vecino Cuatro Tipos; o Roberto Gamonal, miembro de Unos Tipos Duros, página web de absoluta referencia en lengua castellana en lo relativo a la tipografía, lo mejor de lo mejor), todos y alguno más oyéndole contar sus divertidísimas e inagotables anécdotas sobre los periódicos. Aprender y reír, eso es estar con Fermín Vílchez.

Fermín Vílchez y Pedro Pérez, organizador del acto, al comienzo de la conferencia


El salón de actos estaba abarrotado, incluso con asistentes sentados en el suelo. En primer plano, la profesora de diseño periodístico del CEU, Laura González


El acto de hoy estaba organizado por Pedro Pérez Cuadrado, mi maestro como ya he comentado cada vez que he tenido ocasión de hacerlo, profesional en incontables periódicos (le conocí no en un aula sino en uno de ellos, pero eso también lo he contado ya...) y profesor ahora en esta Universidad, y aunque pudiera parece que Vílchez acudía para "hablar de su libro" —cosa que tampoco habría estado nada mal, porque el libro es tan inagotable como el propio autor— lo cierto es que no ha sido así, y el maestro de diseñadores ha hablado de... ¡diseño periodístico! Cómo lo ve ahora, cómo es su estado actual, y cómo debería ser según su punto de vista, muy argumentado.

Para Vílchez, que ha trabajado en los principales periódicos de nuestro país, tanto en Madrid como en Barcelona, algo que no suele ser frecuente (La Vanguardia y El Periódico, o como fundador nada más y nada menos que de El País, participando en ese diseño original que creó escuela junto al alemán Reinhard Gäde —a quien desde aquí mandamos un cariñoso saludo y mucho ánimo y fuerza— y al fallecido Julio Alonso), "el diseño ha cambiado en todos los periódicos, en varias ocasiones en muchos de ellos, pero los contenidos siguen siendo exactamente los mismos. Han quedado obsoletos", y eso, junto a la llegada de internet, es "la causa de su declive. A pesar de de los continuos rediseños gráficos, tanto en España como en el extranjero, las ventas de los diarios siguen bajando".

Vílchez muestra en gráficos la continua caída en difusión de los periódicos


Antes de llegar a este contundente punto de vista, ha explicado brevemente los orígenes y evolución del diseño periodístico, de vital importancia ahora gracias, precisamente, a los continuos avances tecnológicos. "Las secciones de diseño, junto a la Mesa de redacción, son centros vitales en las redacciones de los periódicos", desde que se informatizó el proceso de producción. "Ahora, incluso las planchas de impresión salen directamente desde un ordenador", nos ha explicado, "y existen estudios y empresas dedicados al diseño de periódicos en todo el mundo".

Este proceso de informatización supuso para el diseño periodístico una mejora en la diagramación, "cuando adoptó el diseño modular que proporciona mayor legibilidad y orden en las páginas"; tipografías accesibles en cantidad y calidad a un menor precio; y la posibilidad de la cuatricomía, imprimir a todo color todas las páginas de un diario. "Pero los contenidos no han evolucionado", explica Fermín Vílchez, e incluso señala una cierta uniformidad de todos los diseños, "todos los periódicos tienen el mismo formato, tabloide, casi con la misma retícula, todos son en color... tan sólo se diferencian en cuanto a la tipografía. Algo que sólo puede apreciar un profesional, pero no un lector corriente". Para Vílchez "no ha aparecido ningún diario que cree una tendencia nueva, un nuevo modelo de diseño, desde la aparición en España del diario El País, en 1976, o del USA Today en Estados Unidos en 1982".



Ejemplos de uniformidad en el diseño de los diarios de papel...


Y a continuación ha citado al mencionado Julio Alonso, maestro a su vez de Vílchez como él mismo ha manifestado, quien en 2008 señalaba que "lo que exigen estos tiempos más que rediseñar los periódicos, es reinventarlos". Hacer algo nuevo. Y eso nuevo, para Vílchez, tiene que estar en el mundo digital. Porque mientras las tiradas y las ventas del papel siguen bajando "el avance del diario digital es espectacular. Los rediseños, ahora mismo, basados en el tradicional periódico de papel, no sirven para nada que no sea para dar de comer a algunos consultores", afirma con rotundidad.

Pero sucede que, para Fermín Vílchez, el actual diseño y estructura de los diarios digitales es equivocado. "Son todos iguales y todos siguen con la mentalidad del diseño periodístico en papel (...) todos tienen tres bloques, tres columnas en sus portadas, que pasan a dos columnas cuando pinchas en cada una de las noticias... ¿Por qué? No encuentro demasiados diseñadores que investiguen en nuevos formatos digitales. Falta creatividad, porque todos siguen pensando como se pensaba en el papel, y no hacen más que imitarse unos a otros". Vílchez ha puesto ejemplos de cómo, según su punto de vista, no deben diseñarse las portadas de los diarios digitales. Páginas interminables, "que llenar con demasiados elementos, en las que quieren meter todo, todo, todo, ¡que no se acaban!", y en las que, por tanto, "no hay valoración", no hay noticias más importantes que otras, y sólo las últimas que llegan van sustituyendo a las anteriores. "Las portadas de los digitales deberían hacer una selección", en vez de abrumar al lector con cantidad, en vez de con calidad.


...y ejemplos de uniformidad en el diseño de los diarios digitales


"Los blogs, y no el papel, deben inspirar más el futuro diseño periodístico —que será digital— que los periódicos en papel", afirma el autor de la historia del diseño de la prensa española. "Sucede como en el comienzo de los diarios, hace unos tres siglos. Entonces inventaron el diseño periodístico en pequeños medios que hacía una sola persona, o muy pocas, con muy pocos medios, creando lo que hasta entonces no había... como suecede en el caso de muchos de los blogs que hay ahora, y en los que encuentro ideas y propuestas que sí pueden servir para un diseño periodístico del futuro... aunque, claro, es un punto de vista humilde porque no soy un experto en el mundo digital".

"Si las predicciones se cumplen", ha terminado Fermín Vilchez en sus conclusiones, "es cierto que el diseño periodístico en papel puede tener los días contados. Así que los periodistas diseñadores tienen que pensar en el mundo digital. Y además, creo que mientras coexistan ambos medios debe diseñarse primero el periódico digital, sin copiar al de papel, prestando atención a la actualidad inmediata y haciendo una selección en la que no quepa todo; y después diseñar el papel reinventándolo de nuevo para centrarlo en el análisis, la opinión y las noticias propias".



A pesar de su mensaje un tanto pesimista y algo apocalíptico, que el propio Vílchez me confiesa después que posiblemente sea algo exagerado pero necesario para intentar concienciar y que haya un revulsivo en la prensa, "la función que lleva haciendo la prensa diaria desde hace tres siglos seguirá existiendo. A pesar de los nuevos medios, en los que cualquiera no puede ser periodista, no nos confundamos, a pesar de la posible desaparición del papel... el periódico sobrevivirá en la versión y en el formato que sea, siempre que se fundamente en los valores de la libertad de expresión, en dar un servicio a los ciudadanos, en la calidad, el rigor y, sobre todo, en la veracidad. Y los diseñadores no deben tener miedo al futuro porque siempre, siempre, será necesario que alguien dé forma a la información, siempre será necesario que alguien diseñe ese periódico del futuro".

lunes, 9 de enero de 2012

A veces hay que penar...

En alguna ocasión hemos hecho referencia en éste, vuestro blog, de cómo funciona el proceso de creación de una página. Algunas veces (las menos) la solución está ahí desde el principio, o se presenta más o menos sola... Y otras veces (la mayoría) una página es el fruto de una búsqueda continua, de probar y probar cosas, de ir conquistando los metros centímetro a centímetro... Y es que a veces, hay que penar...

Este caso con el que inauguramos año y flamante nueva cabecera, ocurrió el pasado diciembre. Nuestro suplemento dominical Crónica informaba de una de las iniciativas del nuevo gobierno de Rajoy: suprimir los puentes. Los días de fiesta que pudieran facilitar la huida masiva de los trabajadores pasarían en su mayoría a celebrarse el siguiente lunes, y así se unirían al fin de semana evitando parones de producción. Pero existían dos problemas. Uno, claro, no teníamos ninguna imagen para ilustrar esta información. Y Crónica no suele abrir con una ilustración. Y segundo, nuestro Director de Arte no estaba en Madrid esa semana. Y él tiene una visión privilegiada para este tipo de problemas, suele ver las páginas a la primera, para admiración/frustación de quien escribe esto... Así que nos pusimos a ello Manuel de Miguel, nuestro redactor jefe, y un servidor con cara de a ver por dónde se le hinca el diente a este morlaco...

Y, como suele pasar la mayoría de las veces, nuestro primer intento fue un fracaso absoluto... Para la portada decidimos fabricar un calendario completo, exhaustivo, de cómo quedarían las fiestas de todo un año con la modificación propuesta por el PP. Cómo había sido hasta hoy y cómo se vería modificada por la nueva norma... En el papel nos pareció a todos una idea magnífica... y facilísima de ejecutar. En el papel, claro... ¡Cuántas veces habremos dicho, aquí y en la redacción, por activa y por pasiva, que en un papel todas las maquetas funcionan... Absolutamente todas. Es algo así como tirar un penalti por la tele: lo metemos todos por la escuadra, fijo. Pero luego hay que verse ahí, delante del portero. O frente a una pantalla, terca e implacable. Suele ser el papel el que le quita la razón a la pantalla, a veces cosas que parecen funcionar en pantalla no soportan el rigor del papel impreso... Pero un garabato de papel no siempre funciona cuando lo encajas en pantalla... Y en esa fase, una vez has hecho todo el trabajo, es cuando te das cuenta de que llevas haciendo el chorra toda la tarde... Y eso, exactamente es lo que nos pasó...

Sobre el papel parecía una buena idea... pero era una auténtica locura...

Después de tabular los 366 días de 2012, con sus meses, festivos, negritas y fechas en rojo... llegó el momento de reclinarse en la silla y buscar un poco de distancia... Fracaso absoluto. El resultado era un galimatías de colores, fechas que bailaban y datos confusos... Clarísimamente, no funcionaba.

Crónica se cierra los viernes, y acabábamos de perder la tarde del jueves. ¿Perdida? Nunca. Lamiéndonos las heridas de nuestro amor propio magullado, habíamos conseguido centrar el problema. A veces hace falta un fracaso humillante para ver el problema en toda su dimensión y conseguir eso tan difícil que es un planteamiento sencillo. Aquella amalgama de números era una representación gráfica de quien tiene todos los datos. No un concepto asible para quien se acercara por primera vez al tema. Ante dudas, siempre lo decimos, hay que ponerse en el lugar del lector. Y aquello era incomprensible. El caso era especialmente sangrante porque llevamos años discutiendo con los redactores de los suplementos sobre las virtudes de una buena portada. Una buena portada es la que te incita a seguir leyendo, la que te invita a entrar, no la que te cuenta todo en la primera página. Muchísimas veces hay que frenar la intención del redactor de contar todo en la portada (y no es nada fácil) y resulta que nosotros habiamos caído en el mismo error. Toda la información de golpe a la vista del lector sin contexto ni anestesia... Imposible de entender hasta para nosotros, que conocíamos el tema. Por lo tanto, había que simplificar.

El tema venía a cuento porque entrábamos en la semana del puente de la Constitución... Por lo tanto, ahí estaba la solución. Habría que ilustrar el cambio con algo que fuera inmediato para el lector. Y qué hay más inmediato para un lector que el puente que empieza ese mismo domingo. Ya no teníamos que explicar nada, era bastante obvio al centrarnos sólo en esos siete u ocho próximos días. Después de consensuar un boceto con Manolo de Miguel, picadísimo, me quedé en la redacción planteando las bases de esa nueva portada.



Bocetos de la siguiente idea: comparar dos semanas iguales. Nos vamos acercando.


En este nuevo modelo de portada comparamos sólo una semana, de cómo es a cómo quedaría... Es más directa sin ser la bomba y menos compleja. Aún así, necesita demasiada explicación, pero bueno, confiamos en nuestros lectores. El caso es que hemos mejorado notablemente la primera opción, que ahora recordamos con sonrojo...

Cuando llegué a casa esa noche, bastante más tarde de lo habitual, recibo un SMS en mi teléfono. Era Manolo, nuestro jefe, que seguía dándole vueltas en su casa. A muchos de vosotros, que estaréis enfermos de lo mismo que nosotros, os sonará esta enajenación profesional, que te obliga a seguir dándole vueltas a las páginas en tu casa. Afortunadamente, esto sólo nos pasa de vez en cuando... "Sigo con ello" me ponía. Yo le contesto que hemos conseguido poner en pie una portada que podría funcionar. Se la explico y me dice que le va a dar un par de vueltas más...

A primera hora del viernes recibo otro SMS de mi jefe: "Creo que he dado con la solución. Es arriesgada y hay que verla en papel", me dice. "Vente pronto"... Y cuando llego a la redacción me lo encuentro con varios bocetos más. Partiendo del último que intentamos poner en funcionamiento la noche anterior, llegó a la conclusión de que la propia semana tenía que ser la imagen de la portada. Y bocetó esto...



En la primera opción, un elemento en horizontal rompe tanta verticalidad, en la segunda vamos a tumba abierta...

La primera obviedad es la mancheta en vertical, algo habitual en otras publicaciones, pero no en Crónica. Y en ambas páginas, la duda de si colocar la cabecera al pie de la página o arriba. Eso se verá mejor en pantalla... si el papel no dice lo contrario. El calendario funciona muchísimo mejor así, adquiere entidad gráfica suficiente como para ser la ilustración de la página... El problema de estos ejemplos una vez en pantalla es el texto en vertical: mala lectura y quizá exceso de cosas en vertical. La mancheta y el calendario funcionan, el texto empeora el asunto. No pasa nada. Empezamos a transitar el buen camino. Más pruebas...


Titulación en horizontal. Mucho mejor equilibrio. Podría ser la buena...


Ahora sí. El contraste entre la verticalidad de la cabecera y el calendario, que dominan la mayoría de la página con la titulación plantada en horizontal y a la que ayuda la mancha de color arena identificativa de Crónica hace que la página funcione mucho mejor... Lo que ya quedó descartado en las pruebas anteriores es la posición de la cabecera, mucho mejor en la parte superior. Abajo quedaba sin presencia. Ya en pantalla, el remate final se lo dio prolongar el luto arena de la cabecera por toda la página. Ayudaba a integrar todos los elementos... El resto, utilizar la tipografía con cabeza. Y lo que presentamos en el despacho fue esto:

Casi estamos...

Para sujetar mejor el texto, pusimos un título falso generoso, de cuatro líneas... En bolígrafo en la foto, el título defintivo, que nos haría modificar ligeramente la mancha. La idea seguía siendo que fuera lo mayor posible, para ayudar a que la página se plante. Una vez conseguido, tenemos la portada definitiva. Y dentro, en un gráfico, contamos lo que quisimos contar en el primer boceto en la portada: el tema. De esta forma conseguimos las dos cosas: una portada impactante y sugerente y una lectura coherente, dosificando correctamente la información.




A veces, las cosas no salen a la primera, está claro...

BOCETOS: MANUEL DE MIGUEL.

domingo, 1 de enero de 2012

Cosas que cambian y cosas que no cambiarán nunca

El recuerdo inmediato es la sensación de tener la punta de la nariz absolutamente congelada. Enterrado bajo cuatro espesas mantas, aplastado por su cálido peso, el cuerpo mantenía el calor a duras penas. Enredada entre los pies estaba la bolsa de plástico rugoso, ahora helada, que encendía el termostato de la cama cuando se introducía llena de agua a dos mil grados debajo de las mantas... Si los pies se mantienen calientes, sobrevivirás otro invierno...

Recuerdo bajar por aquella escalera que se me hacía enorme y altísima y que me daba miedo por la noche si sabía que mi abuelo no estaba arriba esperándome. Y mi vaho. Mi propio vaho, como compañero perpetuo en aquellas vacaciones maravillosas en casa de mis abuelos en Martos, aquel pueblo de Jaén, donde el frío te cortaba la cara y las navidades eran todo lo que tienen que ser las navidades: familia, amor y la ilusión desbordada en los ojos de los más pequeños.

Y recuerdo levantarme siempre temprano los días 1 de enero con mi hermano, y al bajar a la sala encontrarnos a mis abuelos y a mis padres desayunando. Y correr a sentarme con ellos, en el brasero, mientras mi abuela me preparaba el mejor desayuno del mundo y los demás veíamos en la tele aquellos saltos de esquí, cuyo principal interés residía en ver si alguno se mataba... Para los no iniciados, un brasero es un recipiente metálico que se colocaba bajo una mesa con brasas de una chimenea o de una cocina de leña... para mantenerse caliente y con vida. No hay mejor forma de que una familia se siente en torno a una mesa. Los braseros mantenían a las familias unidas... Te tapabas con las faldas de la mesa hasta la cintura y... sobrevivías al invierno, con los pies calientes. ¿Y los brazos, pensaréis? Mi abuela, que era una mujer de pueblo, y por lo tanto sabia, siempre decía: “Los brazos no son del cuerpo...”

Aquellos 1 de enero no había periódico. Si salías a la calle, no había nada abierto donde poder comprarlo. Todos los quioscos, todas las papelerías, todo estaba cerrado. Era 1 de enero.

No entiendo porqué, todos los 1 de enero me pasa lo mismo. Me acuesto tarde, me levanto siempre temprano y aprovecho que todo el mundo duerme en casa para, tranquilamente, volver al brasero de mis abuelos y desayunar con ellos.

Pero hoy ha sido distinto. Hoy he encendido la tele, casi mecánicamente, pero hoy no había saltos de esquí... Y hoy, día 1 de enero de 2012, sí hay periódico. EL MUNDO hoy publica un periódico en Orbyt, desmarcándose de la tradicional ausencia de periódicos el día de Año Nuevo. Los quioscos siguen cerrados, pero Orbyt no cierra ningún día del año. Y ayer, día 31, estuvimos en la redacción de EL MUNDO preparando con el mimo habitual el número de hoy. En Orbyt lo tenéis si estáis interesados y si el alcohol de anoche no os ha convertido el cerebro en una yema bamboleante...


Nuestro director decía ayer en la redacción y en twitter que era un día histórico. El tiempo lo dirá... El caso es que hoy ha salido EL MUNDO. Y no han dado los saltos de esquí en la tele por la mañana. La vida es así y la tecnología avanza y derriba fronteras. Algunas cosas no cambiarán nunca, pero otras tienen que cambiar antes o después. Incluso veremos cuántas cosas cambian a partir de hoy... Por lo pronto, yo hoy he vuelto a desayunar con mis abuelos, sentado con ellos en el brasero, con los pies calentitos... Y luego he leído mi periódico, el de hoy, de arriba a abajo en mi iPad.

lunes, 28 de noviembre de 2011

El periódico de los ‘delincuentes’


Sara Jones, Joe Milam, Billy Fifeer, Megan Marlow, Fredrick Jones o Kevin Clafton, entre muchos otros, seguro que algún día soñaban con salir en el periódico. Probablemente porque les hubiera tocado la lotería, hubieran salvado a tres personas en un incendio o hubieran dado un pelotazo con alguna pequeña empresa que luego vendieron por una cifra de siete dígitos a una multinacional. Pero no es así. 


Son protagonistas porque han sido detenidos por delinquir. Unos por conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol, otros violación, algunos por agresión sexual, violencia de género, robos, intento de asesinato, secuestro, asalto o simplemente por ir más rápido de lo habitual en una autopista.

Pero no han salido en los grandes medios estadounidenses, ni siquiera en la sección de sucesos del diario de un pequeño pueblo de algún estado norteamericano. Han salido en The Face It, algo así como el periódico de los ‘delincuentes’. Si es que se le puede llamar así, periódico. No porque esté hecho por personas de dudosa reputación. Suponemos que no. Es porque en sus páginas sólo tienen cabida personas arrestadas por la policía de los distintos condados de Texas  Nashville (Tennessee, USA).



  


Dieciséis páginas de mug shots (término en inglés para las fotos de carnet de la policía) para mostrar a sus lectores quienes son los malos de la película. Aquí no hay distinciones. Los violadores comparten páginas con maltratadores, conductores borrachos, asaltantes, traficantes de drogas o peligrosos conductores. Todos presuntos culpables, porque todavía no han sido sometidos a juicio. Todos con esas fotos que no le hacen justicia, nunca mejor dicho, ni a los más guapos y que te dejan marcado para toda la vida.

El periódico consigue las imágenes poniéndose en contacto con el departamento de policía local, que se las facilita con la identidad y el delito que ha cometido, presuntamente, cada persona. Sin ley de protección de datos ni nada parecido. ¿Para qué? Es más importante ponerle cara al malhechor. Y sin derecho al honor, porque una vez impreso, rectificar esto se torna harto complicado. Aunque eso sí, ellos declinan toda responsabilidad y encomiendan a los empresarios a que no sean muy quisquillosos con sus empleados si los ven en las páginas de su periódico, "no queremos que despidan a nadie", dicen.

 
 
 


También tienen cabida en este "periódico" anuncios de toda clase: tarifas de publicidad (1.000$ una página a todo color; 500$ en B/N), radios locales de música pachanguera, comida rápida o películas de bajo presupuesto. Pero si hay uno que abunda es el de los abogados y prestamistas de fianzas. Cuanto más llamativos, mejor. Prestamistas que no dudaran en sacarte en el periódico si no les devuelves la pasta con sus correspondientes, y elevados, intereses. 


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Desde este blog, nos hemos intentando poner en contacto con ellos para que nos cuenten un poco más cómo funciona. Sin resultados. Imaginamos que es porque no tenemos antecedentes penales ni causas pendientes. Y las preguntas que les hemos hecho tampoco han debido sentarles muy bien, imaginamos.

 



Sí que hemos podido saber que este tipo de periódicos (Just Busted es otro ejemplo) es habitual en varios estados de la zona Sur de USA. Y tienen buena acogida entre la sociedad americana, entre puritana y preocupada por la seguridad hasta extremos insospechados. Tan preocupada que es capaz de retratar a sus vecinos, nunca mejor dicho, de esta guisa. Ya sean culpables o no.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Una dosis de sentido común... y otra de genialidad
#jornadasdiseño(y4)

"Si un historiador analizase dentro de 200 años la situación actual de la Prensa, de los periódicos, se encontraría con que el desarrollo y la importancia del diseño periodístico, creciente desde los años 80 del siglo pasado, coincide en el tiempo con el declive imparable de los periódicos. De ahí podría deducir que la prensa se murió... ¡por culpa de los diseñadores! Por eso, y aunque esto pueda ser cierto o no, deberíamos ser humildes. Motivo por el cual no voy a enseñar aquí virguerías ni nada espectacular que yo haya hecho, que es lo habitual en estos casos, sino que voy a mostrar pequeñas cosas llenas de sentido común, o al menos eso espero, porque creo que es la cualidad que más valor tiene en el diseño periodístico."



Así, de pie en el centro del escenario, comenzó Ricardo GutiérrezCurtis en el mundo de la prensa— su conferencia en las III Jornadas de Diseño de la URJC organizadas por su inseparable Pedro Pérez Cuadrado, pareja absolutamente complementaria en los medios en los que han trabajado juntos (El Sol, la Información de Madrid...) y en los que ambos fueron mis maestros. A diferencia de lo que sucede en el mundo anglosajón, sé que no es habitual en nuestra "cultura" hispana hablar de quienes nos enseñaron lo que sabemos —aunque evidentemente sigo aprendiendo escuchando a otros, leyendo, observando y sobre todo con quienes trabajo ahora— porque lo habitual aquí es hablar de uno mismo. El 'yoísmo' este tan enriquecedor. Pero a mí me da igual lo que se lleve aquí, o allí, sobre todo si se trata de Ricardo Curtis, uno de los más grandes diseñadores de prensa que ha dado este país como pudimos comprobar, una vez más, quienes tuvimos la suerte de escuchar una conferencia que en principio iba a tratar de "El arrevistamiento en el diseño de publicaciones", pero que en el último momento el imprevisible Curtis convirtió en un abanico de genialidades, una tras otra, in crescendo, con el hilo conductor del tan excaso como valioso sentido común. Todavía estoy frotándome los ojos... y el corazón.

Pedro Pérez presentando a Ricardo Curtis

La primera parte consistió en una serie de ejemplos de puesta en página de fotografías en casos reales de El Periódico de Cataluña, mostrándonos todas las imágenes de las que disponían los diseñadores en cada noticia. Viendo cada página con las distintas posibilidades, rediseñándolas con las imágenes menos adecuadas para entender que así no, y, sobre todo, explicándonos de manera muy sencilla el POR QUÉ no y el POR QUÉ sí... parecía todo tan sencillo. "Vemos cómo se distorsiona la información cuando se aplican criterios de diseño sin tener en cuenta el contenido, o el enfoque que quiere darse a una noticia", decía Curtis en un volumen más alto de lo habitual en él de manera que podíamos oírle. "Poner esta imagen, por lo que hemos visto antes, sería una gilipollez, ¿no?"

Después de pelearse un poco con el PC, "perdonad, pero soy maquero, cómo c..", logró seguir adelante para explicar de la manera más sencilla posible cómo se arma un reportaje de varias páginas en una revista a partir del conjunto de imágenes de las que se dispone. Distintas posibilidades, dos, tres, cuatro... para el mismo reportaje "en función del enfoque informativo que le queramos dar a la historia", partiendo siempre de una maqueta determinada por la apertura de ese tema "que va a marcar a todas las demás (...) tenemos que contar una historia a través de la edición gráfica, y para ello lo primero es hacer una análisis de todas las fotos que tenemos". Descartando, seleccionando, eligiendo una portada que estructura todas las demás. Puro periodismo visual. "Llevo años haciendo esto así", me confesó desde el asiento de al lado Rafael Alvaro, diseñador en periódicos y revistas con una amplísima trayectoria y antiguo compañero, "y no se me hubiera ocurrido explicarlo de una manera tan sencilla". Puro sentido común.





A estas alturas yo pensaba que sería imposible ir a más; qué más podía enseñarnos Curtis sobre diseño periodístico y sentido común. Y mi asombro debía de exteriorizarse porque sin necesidad de decir nada nuestra querida Laura González, con su habitual inteligencia, debió darse de cuenta de mi carita y se acercó para susurrarme, "espérate que ahora vendrá lo de la Coca-Cola". Y vino. Vino a raíz de una ocasión en la que su/nuestro amigo Pedro Pérez le pilló a traición para que "esa misma tarde les dijera algo" a los alumnos de la Universidad San Pablo CEU, hace ya un tiempo. "Es una historia que cuento muchas veces, porque me encanta".

Lo de la Coca-Cola consiste en que "sin saber muy bién de qué podía hablar aquella misma tarde, abrí los teletipos y vi que en Inglaterra se había denunciado que Coca-Cola vendía agua del grifo haciéndola pasar por mineral". ¿Cómo se maquetaría aquel teletipo? Pues un título, y un texto. No daba para más, eran apenas 30 o 40 líneas. ¿De verdad no da para más?, como mínimo un ladillo, "pero que diga algo, no un adorno", o un pequeño sumario en el centro. "Me pongo a buscar y encuentro en internet una imagen de una de esas botellas, y ya tengo otro elemento más"... que se van mostrando en la pantalla del auditorio según se añaden a la página imaginaria. Y leyendo el texto más despacio encuentra una excusa de Coca-Cola diciendo que no se trata de agua del grifo sin más, sino agua 'tratada' con el proceso de la ósmosisinvertida "o no sé qué". Pues hay que investigar qué es eso... y hacer el gráfico correspondiente que nos los explique. Con lo que ya tenemos ¡cuatro columnas de arriba a abajo (texto, imagen de botella, gráfico explicativo)... a lo que hay que sumar una segunda pieza de texto informando de que en España también Coca-Cola ha vendido agua embotellada, aunque aquí nos dicen que sí, "que es de la buena". Y que, además, "encuentro la publicidad con la que Coca-Cola vendía ese agua 'tratada'". Ahora ya es toda una página, completa y llena de elementos informativos. "Si además queremos ser sensacionalistas", concluye Curtis, "pues hacemos esto". Y nos dibuja un enorme grifo que llena de agua una Coca-Cola a toda página junto con todos los demás elementos. "Pero no queremos serlo". Y volvemos a la solución completa. Un pequeño teletipo, y mucho sentido común. Y mucho periodismo.






Y más. Faltaba el más difícil todavía. Porque Curtis terminó proponiendo a los alumnos de esta universidad del sur de Madrid un "proyecto para que alguno de vosotros lo lleve adelante".



Ejercicio de ciencia ficción para alumnos de periodismo: "Imaginemos que internet ya está inventado pero que viviéramos en una sociedad en la que no se hubiera inventado la imprenta y que de pronto, ahora, apareciera un tipo llamado Gútemberg y la inventase". ¿Qué clase de productos periodísticos impresos crearíamos? Posiblemente, lo primero sería llevar las páginas web que ya tenemos directamente al papel, tal cual, obteniendo este resultado:



Algo inmanejable, imposible de leer, "bueno, alguno diría que ha inventado el periódico papiro, y lo enrollaría bajo el brazo por la calle (...) Pero en realidad deberíamos empezar a hacernos preguntas sobre la mejor manera de llevar esta 'home' al papel para hacer con ella una portada", explicaba Curtis ante un auditorio atónito. Y tendríamos que seleccionar a la fuerza entre estas siete imágenes para quedarnos con un máximo de cuatro. Seleccionar y valorar. Y deberíamos adaptar la tipografía, dejar el palo del texto base de la web por tipos con serif que facilitan la lectura en papel además de bajar el cuerpo; cambiar el color y eliminarlo de los titulares porque en papel se imprime mejor la tipografía en negro...



"Y seguiríamos haciéndonos preguntas, que son las que tenemos que hacernos ahora en realidad; por ejemplo sobre si podemos ser un producto generalista, como esta web con esta 'home' tan larga, o si debemos ser un producto especializado... Sobre si debemos comprobar las noticias para así diferenciarnos de Tuiter que lanza todo al instante, contrastado o no; sobre si hay que aportar la credibilidad y la calidad que está escondida en la selva de internet. Porque sólo así tendremos futuro, y no sólo en papel sino también en la red".

"Tenemos que defender nuestro oficio", terminó Curtis entre el silencio de quienes le escuchábamos, muchos, "tenemos que defenderlo con calidad y con trabajo. Porque aunque nos digan, y nos repitan, que nos van a fusilar al amanecer... yo me resistiré. Me resistiré a que me vayan a matar el papel".

lunes, 31 de octubre de 2011

Periódicos 'versus' revistas
#jornadasdiseño(1)

Un año más, y van tres, hemos vuelto durante la semana pasada al campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos para disfrutar de las Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información. Muchos de vosotros habéis podido seguir en directo la mayor parte de las conferencias a través de nuestra cuenta en Tuiter (@encajabajablog) donde hemos condensando en breves titulares de 140 caracteres lo más destacadao con la tiqueta (hastag, dicen) #jornadasdiseño.



Qué hace un director de arte en una revista como QMD (Francisco Ramírez)

Este año, Francisco Ramírez, director de arte de la revista Qué me dices! abría las ya clásicas jornadas del otoño diseñil madrileño. En su charla sobre la función de un director de arte en una revista, Ramírez nos contó una breve historia de la revista personificada en su mancheta. La revista, nacida bajo las ramas del homónimo programa de televisión hace ya unos años, ha evolucionado a la vez que lo ha hecho su público.



En su mancheta y en su contenido se ve esta evolución, como nos mostró su director de arte. La primera varió de tamaño (a más pequeña, hasta reducirla a QMD!) y de color (de un magenta intenso a un fondo azul, pasando por rojo). Con esos cambios de mancheta también vino un cambio de contenidos, porque la revista tenía que luchar con la televisión, con altos contenidos de corazón. Varias encuestas pusieron a la publicación sobre aviso: los personajes que ocupaban la portada no interesaban tanto como ellos creían. Así que esa evolución gráfica que hemos visto también se vio acompañada en los personajes, más "people" como los definió Ramírez. Es decir, menos Princesas del Pueblo y más princesas reales.



También nos comentó unos de los papeles fundamentales que tiene que desarrollar el director de arte en revistas de este tipo y qué es la edición gráfica. Aquí ya hemos hablado sobre la importancia de la misma y Ramírez vino a ratificarlo. "Las fotos tienen que contar algo por sí solas", explicó mientras mostraba una foto que nadie había dado de la boda de la Duquesa de Alba en la que se veía a su hijo Cayetano muy acaramelado con su ex Genoveva. Buscar este tipo de imágenes es una de las funciones del director de arte. Esta edición gráfica tiene que ir acompañada de un respeto escrupuloso del libro de estilo de diseño, porque "es imposible rediseñar las páginas todas las semanas, no se puede partir la pana todas las semanas".

Por último, nos explicó de una manera muy técnica el proceso de creación de la revista, desde la reunión de contenidos, donde también participa, hasta que llega a los kioscos, todo para que QMD! esté en manos de sus lectores todos los lunes.



Diferencias entre maquetar un diario o una revista (Luis Blasco)

Nuestro encajabaja Luis Blasco, miembro de la sección de Diseño del diario El Mundo de Madrid como ya sabéis quienes sois lectores habituales de este blog cuyo creador fue precisamente él, sorprendió a propios y extraños con una soltura y un desparpajo impropios de quien se estrena en estas lides, siempre algo intimidantes. Y así, dejando atrás nervios y con ese dejarse querer tan suyo comenzó su conferencia analizando los elementos que diferencian a periódicos y revistas desde el punto de vista del diseño periodístico.



Aunque ambos están destinados a "consumir información", Blasco hace una primera gran división definiendo a los periodicos como productos periodísticos destinados a "leer + ver", frente a las revistas que ofrecerían una fórmula inversa de "ver + leer". Una sencilla fórmula para destacar la importancia que cada uno de ellos da a los contenidos textuales porque mientras en los periódicos el diseño nunca debe estar por encima de los contenidos, sino siempre a su servicio, en las revistas no tiene por qué ser así. "Todo esto a pesar de los redactores", bromeó, "que son el poli malo en la película, porque nosotros somos los buenos".

En su análisis de la estructura de las páginas mostró con ejemplos las diferencias entre módulos y columnas "rígidos", y "lo que yo he denominado modular flotante, esas columnas maltratadas en las revistas frente a la norma de que en los periódicos el número de columnas es algo sagrado que no debe alterarse". El periódico es además muy fragmentado por la necesidad de publicar "muchas noticias en cada vez menos páginas", así como el actual estilo de diseño en el que se despiezan las noticias para intentar conseguir más agilidad en la lectura, "un periódico es, en este sentido, un poco como una carnicería", mientras que en las revistas lo habitual es desplegar los temas a lo largo de varias páginas.



Sobre la tipografía su análisis incidió en la "legibilidad" y en la "identidad" que los periódicos buscan como fines primordiales frente al sacrificio de estos aspectos que encontramos en las revistas —no en todos los casos, evidentemente— en aras del impacto visual o las posibilidades de experimentación que, en ocasiones, son también el fin de alguna revista. Los casos de la excepcional Yorokobu, ganadora del premio a la revista mejor diseñada de estos últimos ÑH8 como ya os anunciamos, que nos mostró Luis Blasco son precisamente un claro ejemplo de experimentación como seña de identidad, algo que no tendría sentido en un periódico porque su público no busca eso a diferencia del público de la revista que lo que quiere es eso.

Jerarquía, "aspecto primordial en los periódicos tanto en la tipografía como en la estructura de las páginas", frente al carácter "anárquico de las revistas en lo relativo a la tipografía donde podemos encontrar números consecutivos donde se utilizan tipografías distintas en los titulares"; y utilización del color muy medida y restrictiva en los periódicos, "poco pero bien, sobre todo en labores de identidad o como marcador de secciones" frente a la "libertad absoluta del color en las revistas, con tratamientos distintos en cada tema".

"En lo relativo al ritmo de lectura, el periódico no puede hablar bajito a lo largo de todas sus páginas o ESTAR GRITANDO CONTINUAMENTE", explicó. Y sobre las fotografías el análisis es a grandes rasgos sobre el carácter informativo que deben tener en los diarios por encima de cualquier otra consideración, "nunca pueden ser un adorno", mientras la absoluta libertad para disponerlas en las revistas donde incluso ese ritmo de lectura puede verse alterado saltando normas como la de situar una gran foto dentras de otra gran foto detras de otra gran foto...

La parte final de la conferencia de Luis Blasco aportó un punto de vista original, muy interesante, en el que nos mostró cómo "hay revistas que quieren ser periódicos", con ejemplos de la revista Time junto a páginas de periódicos; así como "hay periódicos que quieren ser revistas", en este caso con el diario portugués I como paradigma de esta tendencia. Distintas maneras de diseñar que en la conclusión final de Blasco "no son más fáciles o más difíciles de hacer, sino distintas, sabiendo en cada caso qué producto informativo se quiere hacer".


Pedro Pérez junto a Luis Blasco


En el turno de preguntas, Pedro Pérez, organizador de las Jornadas, lanzó el guante de si "se están arrevistando o no los periódicos, y si es necesario o no que lo hagan", cuestión de máximo interés, muy oportuna en estos momentos y que por ello generó un interesantísimo y animado debate en el que mientras Mario Benito cuestionó el arrevistamiento de los periódicos "ya que son productos fundamentalmente para leer... eso sí, en un país en el que casi nadie lee, y que diseñamos cada vez con menos texto", Javier Vidal expuso que pueden "arrevistarse en cuanto al uso de las imágenes, aprovechando así su edición gráfica". El primer ponente de las Jornadas, Francisco Ramírez, intervino para resaltar que "se están arrevistando, y hacen bien en hacerlo, si tienen como modelo a las revistas semanales, que nada tienen que ver con otras; deben arrevistarse aunque sin llegar a extremos como el del diario I". Rafael Álvaro, diseñador periodístico con el que coincidimos hace tiempo en el diario La Información de Madrid y con una dilatada experiencia tanto en periódicos como en revistas intentó buscar un punto medio: "pues depende de cómo lo hagan y sobre todo qué periódico lo haga. ABC se equivocó arrevistándose hace unos años y han tenido ahora que dar marcha atrás; mientras que en Público se equivocarían si dejaran de arrevistarse".