sábado, 30 de junio de 2018

'Diseño para la edición' y un jardín de monos

Lo que hubiera dado por tener este libro hace... ¿25 años? ¿Más? (dejemos de lado las fechas...). Había oído hablar de él, claro, el mítico Editing by design, pero si soy sincero no lo había tenido nunca en mis manos. Hasta ahora. Hasta ayer.


Resulta que casi todo lo que sé sombre cómo diseñar una página, una doble página, una publicación (que es la manera "secuencial" que para el autor del libro, Jan V. White, y con razón, es la forma de entender esto: "Piensa en horizontal", nos dice nada más empezar en una doble página fabulosa diseñada y dibujada por él, "cada página es una parte de una pareja en un fluir continuo del espacio")...


...casi todo lo que sé sobre mi actividad profesional, iba diciendo, está en este libro maravilloso, sólo que yo he tardado esos 25 años (o los que sean) en aprenderlo, y unos cuantos miles de páginas de por medio mejoradas de en año en año (eso espero) con el infalible pero laborioso y lento método del ensayo y error. Lo que hubiera dado por tener estos dibujos hechos a mano por el propio White cada vez que no sabía cómo resolver algo...


...como las dobles páginas:


como el ritmo de lectura:


como el número de columnas adecuada para cada formato y ocasión:


como la tipografía y todo lo relativo a la mejor forma de tratar el texto:


como las imágenes... Bueno, sobre las imágenes el libro es pura sabiduría sobre la comunicación visual contado de la manera más sencilla y visual posible. Es admirable. No dejo de mirar sus páginas...





Y sobre márgenes, espaciados, contrastes y unificación, simetría, retículas, titulares y entradillas, pies de ilustración (le da mucha importancia a este elemento habitualmente despreciado), gráficos, diagramas, filetes, marcos, sombras, portadas, señales y cintillos, sumarios, color... Está incluso aquello de los "dos niveles de lectura" que algún ilustre fusilador de páginas presentaba como idea suya original, cuando este texto no estaba publicado en España y lo conocían sólo los muy iniciados, siendo también idea fusilada como se puede consulta ahora en la página 9 de un libro en el que... ¡está todo! Contado y dibujado de la manera más sencilla y directa que pueda hacerse. Está todo el diseño diseñado en este libro.

Reglas (o "análisis y opiniones" porque con la modestia de los que realmente saben White advierte y se disculpa al comienzo diciendo que "nada en el libro pretende ser 'La Verdad' o 'La Única Manera'"), que, ya se sabe, podemos siempre romper, faltaría más, pero siempre DESPUÉS de conocerlas y haberlas aplicado. Sabiendo por qué las rompemos, para qué, con un finalidad, de una forma funcional y significativa. De lo contrario, como veremos a continuación, el castigo será terrible...

Porque incluso hay lugar para un agudo sentido del humor de su autor. Fíjense cómo castiga a los 'pecadores' que se atrevan a jugar con el texto "sólo para ser diferentes, ingeniosos y creativos", a quien "escribió y editó sin tener en mente la tipografía", a quien "hizo organizaciones arbitrarias en las que la composición visual sobrepasaba el mensaje", a quien "colocó un texto sobre un fondo que rivaliza con aquél por la atención y dificulta la concentración del lector", o a ese otro, u otra, que "no se molestó en leer, estudiar o entender lo que el texto dice". ¡Con el infierno y a latigazos!, valiéndose de una ilustración de Gustavo Doré para la Divina Comedia de Dante, sobre la que compone los textos. Pura comunicación visual y equilibrio. Genial.


La fecha de la publicación de la obra original puede despertar algún recelo. Pero a pesar de que sea nada más y nada menos que de 1974 (tiene varias reediciones, la última de ellas completamente revisada de 2003, que es a partir de la cual se ha realizado esta traducción y adaptación al castellano) todo lo que cuenta es absolutamente pertinente no sólo para el diseño editorial sino también para el diseño digital. Son principios universales del diseño, de la comunicación visual, válidos para cualquier soporte o medio. "El mundo está ya construido alrededor del píxel", escribe Diego Areso (director de arte de El País Semanal y de los suplementos del diario, que sigue inexplicablemente sin tener director de arte, así como editor del blog Quintatinta) en el prólogo, "pero los cimientos del diseño, sus leyes básicas, permanecen prácticamente invariables en tinta y en luz, en un cartel o en la etiqueta del medicamento. Todo es diseño".

Se preguntarán, me imagino, que por qué lo del "jardín de monos" del título. Pues porque Jardín de monos es el nombre de la editorial que lo publica, una editorial que no es una empresa al uso sino un reducido grupo de tipógrafos y diseñadores (Juan Agustín 'Txus' Marcano, Ángel Olmos y Alfonso Simón) con base en Málaga que se han lanzado a esta locura de editar libros sobre lo que más les apasiona. Son además docentes y nos explicaron ayer cómo habían utilizado durante años fotocopias del clásico de White en inglés para enseñar diseño gráfico. Así que 'Txus' Marcano junto a Alfonso Simón lo han traducido y Ángel Olmos ha diseñado la cubierta y ha realizado la maquetación junto a 'Txus' adaptando con acierto el diseño original de White.

Y tengo el libro desde ayer, porque fue ayer cuando se presentó en Madrid en la sede de Prodigioso Volcán, ese lugar comandado por mi muy querido Mario Tascón desde el que erupcionan ideas y proyectos de diseño en todos los soportes imaginables, físicos o líquidos, analógicos o digitales, en pleno corazón del céntrico barrio de Malasaña de Madrid.






Allí estuvieron y conocimos a los autores, volvimos a encontrarnos con gente importante en lo que a la tipografía y el diseño se refiere como Roberto Gamonal y la gente del colectivo Unos tipos duros, Pedro Pérez Cuadrado, o los mencionados Diego Areso y Mario Tascón.

Os enlazamos una buena entrevista con los miembros de "Jardín de monos" que les realizaron recientemente en el blog sobre diseño y tipografía Rayitas Azules, en la que además de conocer un poco más quiénes son y qué hacen, se ofrece información, imágenes y opiniones de ellos sobre el libro del que estamos hablando, así como el proceso de su creación. Muy interesante.

Sobre cómo conseguir el libro, en primer lugar os puedo asegurar que en lo relativo al precio cuesta la mitad de lo que suelen costar libros de este estilo (exactamente 14,90 euros), editados así, con este papel y número de páginas (248), a este tamaño, con esta calidad... Se puede comprar en la página web de la editorial.

Y para terminar, os enlazamos también a la página web de Jan V. White. Falleció hace poco tiempo, a finales de 2014, pero sus herederos mantienen el sitio web en el que se pueden descargar gratuitamente varios de los libros que publicó: Graphic Design for the Electronic Age, Using Charts and Graphs, sobre infografía, y que Ángel Olmos nos recomendó especialmente como también lo hizo con Designing for Magazines y, sobre todo, Xerox Publishing Standards, un manual sobre diseño para imagen corporativa. Todos se pueden descargar gratis, en inglés, evidentemente. En español sólo tenemos publicada una obra de este arquitecto nacido en Praga, educado en Inglaterra y establecido profesionalmente en Estados Unidos como diseñador editorial, docente y divulgador del diseño que fue White: su mítico Diseño para la edición que se ha convertido en un clásico. Tan actual que es la única de sus obras que no se puede descargar gratis de su página web, porque se sigue vendiendo.


Ah, y se me olvidaba. El punto y final. Como punto y final no puedo dejar de mencionar que desde ayer ya sé por qué no se debe (¡nunca!) poner punto en un título, me lo ha enseñado White: "Evita los puntos al final de los titulares. Funcionan como un stop, que es lo que no queremos".

lunes, 19 de marzo de 2018

Warhol


Tengo que reconocer que estaba equivocado. Un poco por provocación y un algo más por desconocimiento, por la pereza resultante de haber encasillado a Warhol como un vacío vendedor de sí mismo, superficial y ególatra —que posiblemente lo fuera pero que hoy entiendo que da igual porque lo que merece la pena es otra cosa—, un charlatán silencioso con la suerte de haber nacido en el sitio justo en el momento justo.

Pero tengo que rendirme ante la potencia de sus imágenes, que siempre percibí pero disimulé hacerlo, claudicar ante el hecho incontestable de que estamos posiblemente ante uno de los artistas plásticos más influyentes del siglo XX. Warhol está ahora en todos los sitios, cada vez más, en las obras gráficas de tantos, en la comunicación visual de casi todos de una u otra forma. Su figura crece con el tiempo de forma parecida a lo que sucedió desde finales del siglo pasado con la de Walter Benjamin, el filósofo alemán de la escuela crítica de Frankfurt, que precisamente teorizó sobre las consecuencias de la reproducción mecánica de las obras de arte. Es muy recomendable el segundo volumen del cómic-ensayo "Manifiesto incierto" de Frédéric Pajak en el que escribe y dibuja sobre este inclasificable escritor y pensador alemán, el más desvalido en su momento de su círculo intelectual en el que sobresalían las figuras dominantes de Horkheimer y, sobre todo, Adorno, y que sin embargo es probable que tenga ahora muchos más lectores e influencia en el pensamiento contemporáneo que ellos.



Y más cada año que pasa. Como Andrew Warhola, inmortalizado como Andy Warhol, en el que ahora veo lo que antes no ví, gracias también a la fabulosa exposición del CaixaForum de Madrid, "Warhol, el arte mecánico", de la que os muestro estas imágenes, nada que ver con la mediocre muestra que vimos juntos hace unos años mi querido Quique Falcón y yo, y sobre la que polemizamos en este mismo blog en un texto del que ahora hago una retractación pública. Un Warhol, decía, en el que ahora veo cada vez más evidente una crítica feroz y nihilista —seguramente la más eficaz que se pueda llevar a cabo—, tal vez hasta involuntaria, aunque eso ya he dicho que es indiferente, que da igual, a la cultura de masas del siglo XX con sus reproducciones benjaminianas de latas de sopa, de iconos del cine o la política, de todo cuanto estaba alrededor de este genial diseñador gráfico ante el que, humildemente, reconozco mi ceguera anterior y presento todos mis respetos y admiración.



Before and After (1961). Su preocupación por el aspecto físico, el ideal de la belleza en la sociedad norteamericana.







Mao (1972). El máximo exponente del comunismo convertido en producto de consumo capitalista con pinturas acrílicas y vigorosas pinceladas al óleo sobre lienzo.

Screen Tests [pruebas de cámara] (1964-66), películas de muy corta duración (entre tres y cuatro minutos)
y sin sonido en las que Warhol mostraba a "personas geniales". 




Hoz y martillo (1977), "para cortar el césped"; y Hoces y martillos (1978), "símbolos del fascismo".


Gun (1981). Brutal serigrafía pintada con acrílico sobre tela. Es imposible apreciar toda la fuerza de esta obra reproducida en una pantalla, hay que verlo en su monumental tamaño al natural.

Skul (1976). Otra absoluta genialidad en la que plasma su obsesión con la muerte
(símbolo universal del memento mori, "recuerda que has de morir").


Autorretrato. Warhol se convierte finalmente a sí mismo en un objeto artístico.


La exposición Warhol, el arte mecánico puede verse en el CaixaForum de Madrid hasta el próximo 6 de mayo. Abarca desde sus inicios como diseñador gráfico en Nueva York, una parte interesante de su obra que no suele exponerse, hasta sus obras más emblemáticas.








jueves, 1 de marzo de 2018

XXI Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño

No nos cansaremos de repetirlo. Las Jornadas de Foto, Edición y Diseño de la Universidad CEU-San Pablo son una cita obligatoria de la agenda diseñil madrileña. En esta ocasión, los días 13 y 14 de marzo reunirán a profesionales de los medios para que muestren a los estudiantes cómo es el trabajo para el que se están preparando.



En esta ocasión estarán centradas en la fotografía y en el diseño y la infografía. En la primera jornada, contarán con dos reputados profesionales de la imagen, Ana Palacios, fotógrafa documental, y Emilio Morenatti, jefe de fotografía de Associated Press en España y Portugal.


El segundo día, el departamento de Diseño e Infografía del diario Marca es el protagonista Javier Rodríguez, Carlos Fernández, Nacho Labarga, Rubén Gimeno y Germán Pizarro desgranarán cómo es trabajar en estas secciones dentro del primer periódico deportivo de habla hispana, que ha acometido recientemente un ambicioso proceso de rediseño. Además, también estará el director de Marca, Juan Ignacio Gallardo para abrir la charla sobre los 80 años del diario.

Como siempre, en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación (Paseo Juan XXIII 10). Más información en la web de ICOIDI.

viernes, 26 de enero de 2018

Formatos e identidad visual

Es el mejor formato. Era el mejor formato, en el caso del periódico británico The Guardian, el (hasta ahora) periódico mejor diseñado del mundo.


El formato de periódico berlinés (315 x 470 mm, aproximadamente) es un tamaño intermedio entre los denominados sábana (más grande y con medidas que varían mucho de unos periódicos a otros) y los tabloides (más pequeños, 280 x 430 mm, aproximadamente también y menguando, que el papel cuesta dinero). Es menos conocido que ellos, sobre todo en nuestro país, pero a mí me parece, me ha parecido desde hace mucho tiempo, el formato ideal para diseñar las páginas de un diario impreso.



Que ahora, en formato tabloide, lucen, y lucen muy bien, así:














imágenes de @GuardianDesign en Twitter

The Guardian se ha comenzado a publicar desde la semana pasado en formato tabloide, y lo ha hecho por motivos estrictamente de recorte económico. Como se puede apreciar en las nuevas páginas que os muestro arriba (con todas las prevenciones de que no es en absoluto lo mismo verlo en pantalla que impreso en un papel prensa que cada vez es de menor calidad, también por lo del recorte de gastos tenga las consecuencias que tenga), siguen alcanzado la excelencia en el diseño periodístico. Pero el periódico, desde el punto de vista gráfico, como no puede ser de otra manera, es evidentemente peor que el de hace una semana. Han hecho, una vez más, un gran trabajo en la readaptación de su formato porque la calidad de su equipo de diseño es mucha. Muchísima. Pero hay algo contra lo que no se puede luchar, porque el formato es un límite y un marco que estructura de una manera determinada los contenidos y si pierdes el formato, pierdes lo que el formato conlleva. Si recortas, recortas calidad. Tanto si lo haces despidiendo periodistas como empobreciendo el soporte de la información. Es imposible que sea tan elegante como lo fue, como es realmente complicado que puedan hacer ahora, por ejemplo, lo que nos mostraron en aquella fabulosa serie sobre los denominados 'Panama Papers' que os enlazamos en su momento.






Ahora, eso sí, siguen manteniendo su identidad visual de una forma admirable. Como tiene que ser, y como no suele ser por estos lares, lamentablemente. Crear identidad es uno de los elementos fundamentales del diseño periodístico, y una de sus razones de ser. El papel, la web y aplicaciones, así como sus cuentas en las redes sociales, mantienen una coherencia tipográfica, de colores y estructuras que sólo se pueden conseguir con una dirección de arte unificada. Una asignatura pendiente para los periódicos españoles, especialmente para quienes deciden sus estructuras de personal y flujos de trabajo, así como las estrategias tanto empresariales como editoriales. No es tan difícil. Sólo se trata de saber qué hay que hacer, y hacerlo.

Ya sea en papel...




...como en la web... (imágenes de @GuardianDesign en Twitter y 'BrandNew')

...en el móvil... (imagen de 'BrandNew')


...y hasta en las redes sociales.





Una marca, una identidad visual, para 'gobernarlos' a todos, como dijo el poeta.

Os enlazo un interesante artículo (inglés) sobre el rediseño de The Guardian publicado por la BBC, y otro más en Brand New (inglés también, sorry), en el que analizan los cambios tipográficos con mucho rigor. Precisamente, es la portada, y debido al menor tamaño de la página, el aspecto que menos convence a Amol Rajan, el analista de la BBC:
"When you change from broadsheet - or indeed Berliner - to compact size, you obviously lose a lot of height. That means that the journalism gets squashed, or pushed downwards. There's a danger it can be cramped, and doesn't have room to breathe."
Que es exactamente, lo que sucede, sobre todo por aumentar el peso y tamaño de la cabecera a la vez que se pierde superficie de papel. Para Rajan, además del 'aplastamiento', se pierde mucha información en la página, o capacidad para incluir más información en ella, aunque afirma estar seguro de que "the designers will find a way of creating more height on Page One, so that the lead story and picture can stand out more".


Para finalizar, recomiendo muy mucho seguir en Twitter @GuardianDesign (de donde he obtenido las páginas actuales que os muestro), cuenta oficial del departamento de Diseño del periódico... y, como debe ser, también de la web y de todas sus plataformas digitales.